El Observador Permanente de la Santa Sede ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, participó en el Consejo Permanente con motivo de la conmemoración del Día de la Mujer en las Américas: «Es esencial que los organismos multilaterales sigan promoviendo políticas que erradiquen la violencia, la discriminación y las barreras económicas que limitan su potencial».

Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano

«La cooperación entre naciones debe traducirse en acciones concretas que no solo formulen políticas, sino que también garanticen su implementación efectiva, para asegurar que los derechos de las mujeres sean respetados y promovidos en todos los niveles». Así lo planteó el Observador Permanente de la Santa Sede ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, durante el Consejo Permanente para conmemorar el Día de la Mujer en las Américas que se celebra el 18 de febrero de cada año.

En su exposición, Cruz Serrano enfatizó que «la importancia del multilateralismo y la cooperación internacional para mejorar las condiciones de todas las mujeres no puede ser subestimada».

“El multilateralismo nos invita a trabajar juntos por la justicia y el bien común, y en este esfuerzo, las mujeres deben ser siempre una parte fundamental.”

«El papel de la mujer es invaluable»

El delegado resaltó el rol de la mujer sobre todo en tiempos de conflicto, «donde se destacan como mediadoras, luchadoras y protectoras de nuestro futuro». También remarcó la responsabilidad de trabajar activamente por sus derechos desde los foros multilaterales, «garantizando igualdad de oportunidades y reconociendo su impacto real y transformador en la sociedad».

Cruz Serrano fue categórico al afirmar que «la sociedad tiene una deuda histórica con las mujeres, cuyas contribuciones, a menudo invisibilizadas, son cruciales para el desarrollo de nuestras comunidades». Incluso subrayó que los organismos multilaterales deben seguir promoviendo políticas para erradicar la violencia, la discriminación y las barreras económicas que limitan su potencial. «Solo así -aclaró- podremos asegurar un futuro de igualdad, dignidad y respeto para todas».

La Santa Sede reafirma su compromiso con la dignidad de la mujer

El Observador Permanente sostuvo que la cooperación entre naciones se debe traducir en acciones concretas que garanticen la implementación efectiva de políticas para asegurar el respeto de los derechos de la mujer y su promoción en todos los niveles. También citó las palabras del Santo Padre en su encíclica Fratelli tutti, en la que escribe que «la organización de las sociedades en todo el mundo todavía está lejos de reflejar con claridad que las mujeres tienen exactamente la misma dignidad e idénticos derechos que los varones. Se afirma algo con las palabras, pero las decisiones y la realidad gritan otro mensaje».

Cruz Serrano reivindicó el compromiso de la Santa Sede con la dignidad de la mujer, particularmente en los contextos más vulnerables, así como el reconocimiento de su aporte en la transmisión y cuidado de la vida, en la estabilización de la familia y en la construcción de una sociedad más justa. No obstante, constata que la mujer sigue enfrentando barreras sociales, económicas y culturales que reducen su pleno desarrollo. 

Por tal motivo, reiteró la implicación «con una justicia que promueva una vida digna para todos, sin exclusiones, violencia ni discriminación. Asimismo, anima a un mayor esfuerzo para erradicar toda forma de violencia contra las mujeres, para promover el acceso universal a la educación y la salud, para reconocer el trabajo no remunerado y para crear espacios donde las mujeres puedan ser protagonistas de sus propios destinos, en armonía con sus comunidades y con la creación».

Sobre el «Día de la Mujer de las Américas»

Establecido en 1982 por la Asamblea General de la OEA, el Día Mundial de la Mujer de las Américas se conmemora cada año el 18 de febrero para conmemorar la creación de la Comisión Interamericana de las Mujeres (CIM) en 1928. Dicha comisión fue la primera organización intergubernamental diseñada específicamente para enfocar las necesidades civiles y políticas de las mujeres en las Américas.

En 1933, fue la primera organización internacional en presentar una resolución para el sufragio internacional de las mujeres y, en 1938, obtuvo el primer reconocimiento internacional de los derechos políticos y civiles de las mujeres y la primera resolución sobre la violencia contra la mujer. Desde entonces sigue siendo un punto de referencia para la defensa y promoción de los derechos de la mujer en el continente.

https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2025-02/cruz-serrano-oea-dia-mujer-americas-santa-sede-compromiso-digni.html

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