«Fue una experiencia única, marcada por el amor, el respeto y la inclusión”.
En los últimos días, una publicación ha captado la atención en las redes sociales. El video de niños autistas siendo bautizados de manera cuidadosa por este sacerdote nos recuerda el mandato de Jesús: Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis (Mt 19,14).
El video fue compartido por el P. Everton dos Santos Borges, de la Parroquia Inmaculado Corazón de María, en Planaltina (Brasil), quien explicó: “Tras un año de preparación, nuestro primer grupo de niños con autismo recibió el Sacramento del Bautismo. ¡Qué momento tan emocionante y lleno de amor!”
El sacerdote añadió:
“Durante el rito, tuvimos el cuidado de respetar las diferencias de cada niño, preguntándoles a ellos o a sus familias cómo preferían que fuera el contacto con el agua. Adaptamos el momento según las necesidades y sensibilidades de cada uno, para que se sintieran acogidos, cómodos y seguros. Fue una experiencia única, marcada por el amor, el respeto y la inclusión. 💙”
El P. Everton también subrayó: “Esta celebración es un hito en nuestro camino de fe y un testimonio de que es posible vivir la Iglesia como un lugar acogedor para todos. Sigamos firmes en la misión de evangelizar y catequizar con amor y respeto por la individualidad de cada persona. 💒”
En su cuenta de Instagram, el P. Everton afirma: “Sí, soy autista.”
El explica que, tras “recibir los informes y diagnósticos que confirmaban que tengo neurodivergencias, de la mano de excelentes profesionales – neurólogos y neuropsicólogos – comprendí algo importante. Yo, que ya había comenzado, con la ayuda de los feligreses, la catequesis para niños autistas, vi la necesidad de no esconderme”.
En medio de sus dudas sobre revelar o no su diagnóstico, un sacerdote amigo le dijo algo que lo marcó profundamente: “¿Cómo te sentirás frente a aquellos que defiendes y cuidas, si no tienes el valor de asumir públicamente que eres uno de ellos?”
El sacerdote relata que desea “ayudar a los padres a aceptar y amar a sus hijos con neurodivergencias, y alentar a los adultos a buscar el autoconocimiento. Así, todos podrán vivir con más calidad y reducir el sufrimiento propio y el de quienes los rodean”.