Redacción/PERIÓDICO SAGRADA FAMILIA 

Padre Dios,

hoy quiero pedirte

por mis hermanos de presbiterio.

Tú los conoces personalmente:

conoces su nombre y su apellido,

sus virtudes y sus defectos,

sus alegrías y sus penas,

su fortaleza y su debilidad…

sabes toda su historia,

los aceptas como son

y los vivificas con tu Espíritu.

Tú, Señor, los amas

no porque sean buenos,

sino porque son hijos tuyos.

Enséñeme a quererlos de verdad

a imitación de Jesucristo,

No por sus palabras o sus obras,

sino por ellos mismos,

descubriendo en cada uno,

especialmente en los más débiles,

El misterio de tu amor infinito.

Te doy gracias, Padre,

porque me has dado hermanos,

todos son un regalo para

Mi,

Un verdadero «Sacramento»

signo visible y eficaz

de la presencia de tu Hijo.

Dame la mirada de Jesús para contemplarlos,

y dame su corazón

Para amarlos hasta el extremo,

porque también yo quiero ser

para cada uno de ellos

«Sacramento» vivo de

La presencia de Jesús. AMÉN

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Contenido Protegido