Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
UNA GRATA SORPRESA
Este año, durante los últimos cinco días antes de Navidad, la Madre Priora nos ha preparado una sorpresa. Cada día nos llega un mensaje de algún personaje del pesebre. El primer día fue la mula, después el buey…
En ese mensaje, son los mismos personajes quienes nos dirigen unas palabras, explicándonos qué experimentaron ellos en aquella primera Navidad y haciéndonos ver que todos tenemos un lugar especial en los planes del Señor.
Al final de su mensaje, nos dan una pista para averiguar dónde podemos encontrar una figura de su personaje. ¡Tendrías que vernos a todas buscando las piezas del belén por todas partes!
Me encanta ver a las monjas: nos volvemos como niñas, renovando la ilusión y el asombro por cada pequeño detalle. Pero lo que más me ha gustado de esta sorpresa es descubrir, cada día, el sentido de quienes estuvieron presentes en el Nacimiento del Señor.
Entre ellos no encontramos sabios de este mundo ni grandes personajes de la historia. Los racionalismos humanos, o el deseo de grandezas se quedan al margen de todo esto. Son más bien las personas sencillas, e incluso un buey y una mula, que con su servicio aportaron mucho en aquellos días. Como decía uno de los mensajes: “Los más pequeños y humildes tienen un papel en la gloria de Dios”.
A veces, a los adultos nos da por pensar que ya no somos pequeños, y muchas veces sabemos que no somos humildes… Pero en realidad, eso es lo que todos tenemos en común, solo que muchas veces preferimos vivir sin reconocer nuestra propia pequeñez. Sin embargo, la Navidad nos recuerda que es ahí donde reside la grandeza, porque es nuestra puerta de acceso para vivir y disfrutar del Misterio.
Jesús quiere invitarnos, quiere que también nosotros formemos parte de este acontecimiento que cambia la historia. ¿Sabremos descubrirle?
Hoy el reto del amor es descubrir ante el Señor mi pequeñez: poder mirarme con Sus ojos tal cual soy y pedirle un corazón de niño para poder vivir y disfrutar de Su Nacimiento. Y tú, ¿con qué personaje te identificas más?
VIVE DE CRISTO