La familia se aferró a la fe y rezó todos los días a la Virgen de Guadalupe por la vida de estos pequeños.
Con apenas 5 meses de gestación, Iago e Ian nacieron de emergencia, enfrentando un pronóstico desgarrador: solo un 10% de probabilidades de sobrevivir. En medio del miedo y la incertidumbre, su familia se aferró a la fe y rezó todos los días a la Virgen de Guadalupe por la vida de estos pequeños.
Andrea Cueva y Kenji Igei enfrentaban un duro momento por la pérdida de su primer hijo con solo 6 semanas de embarazo, cuando fueron sorprendidos con un regalo de Dios, iban a ser padres nuevamente y esta vez de dos niños.
Desde el inicio, el embarazo fue considerado de alto riesgo, lo que obligó a Andrea a permanecer en reposo absoluto durante las primeras semanas.
“No negaré que ver a otras embarazadas caminando y haciendo su vida normal me cuestionaba de ‘¿por qué yo no?’ Pero bueno, mi útero, mi vida es diferente a la de las otras. Mi trabajo era desde cama, he visto tantas series que hasta me sentía culpable de ‘perder mi tiempo’. Pero entendía que una vida entregada era una vida que vale la pena y así celebrábamos semana tras semana; era una tremenda alegría”, indica en su cuenta de Instagram.
En este tiempo de incertidumbre, la pareja decidió consagrar la vida de sus pequeños a la Virgen y agradecer a Dios por este regalo. “‘Son más tuyos que nuestros’ es nuestra oración de todos los días”, escribieron.
A las 12 semanas, una ecografía confirmó que todo marchaba bien, y la doctora les dio luz verde para retomar una vida más activa.
“Al día siguiente mi mamá compró nuestros pasajes a Miami porque en casa estábamos solos”, señala Andrea.
Sin embargo, a pesar de los momentos de tranquilidad, Andrea no dejó de enfrentarse a temores constantes. “De verdad que es muy difícil cuando vas al baño y piensas que en cualquier momento podrías sangrar”, confesó. Aun así, celebraban cada semana como un logro.
El 1 de enero, durante su estancia en Estados Unidos, el embarazo se complicó y con solo 5 meses de gestación, los bebés llegaron al mundo. La pareja decidió darles el nombre de Iago e Ian, por Santiago y Juan, apóstoles hermanos.
“Ellos nacieron de emergencia cuando estábamos de turismo en EEUU y no nos queda duda de que Dios quería que fuese así.
Cuando nacieron nos dijeron que solo tenían un 10% de probabilidades de sobrevivir, que nos preparemos para lo peor porque en cualquier momento podría pasar”.
En medio de este desafío, la fe de Andrea y Kenji no desfalleció. Decidieron bautizar a sus pequeños guerreros, que se encontraban en cuidados intensivos neonatales (UCIN).
“Creemos en la Santa Iglesia Católica y eso nos hace saber que cuando se bautizan no sólo son miembros de este cuerpo místico de Cristo, sino que se hacen Hijos de Dios 💟. Ian e Iago ahora son hijos de ese padre que los ama tanto, es para festejar!”.
La familia también pidió oraciones a la Virgen de Guadalupe por la salud de los pequeños, confiando en su poderosa intercesión. Y luego de 5 meses y medio, los pequeños lograron salir de UCIN.
“A pesar de todo, la Virgen de Guadalupe no nos abandonó. Ella quiso, desde el día 1, hacerse notar. Seguíamos encomendándolos con mucha fe, incluso en medio de las más difíciles tormentas. Muchas personas nos acompañaron en esta plegaria, e Ian y Iago son fruto de la oración de tantos. Infinitas gracias!”.
Hoy, con el corazón lleno de gratitud, Andrea y Kenji celebran la vida de sus hijos, recordando que los milagros existen. Aunque el camino no ha sido fácil, incluso enfrentando el cáncer del pequeño Iago, la familia ha seguido adelante con fe y esperanza.
“Verlos tan sanos e inteligentes, a veces nos hace olvidar de dónde los libró Dios. Verlos así debería darnos ganas de recordar que el Señor no abandona, que los milagros existen y que Dios obra. Y … que la Virgen siempre vela”.
En 2023, la pareja recibió una nueva alegría: la llegada de Iáela, una pequeña que nació totalmente sana. “El Señor con su vida nos está curando las heridas…”, resaltaron.
Esta es la oración a la Virgen de Guadalupe que la familia rezó por los pequeños Iago e Ian.
Hermosa Virgencita de Guadalupe,
te entrego la salud de Iago e Ian,
recién nacidos prematuramente,
para que los cobijes con tu manto de madre
y reciban todo tu calor, tu amor y protección.
Acércalos a tu regazo,
para que sus cuerpos se fortalezcan,
que sus órganos se desarrollen por completo
y sus defensas se multipliquen,
para que nada pueda dañarlos.
Te pido, Virgen de Guadalupe,
que seas tú quien intervenga para que
estos bebés crezcan sanos,
fuertes y llenos de vida;
que el tiempo que les faltó
por permanecer en el vientre
no sea un impedimento
para su completo y total desarrollo físico y mental;
que siempre estés tú a su lado, cuidándolos,
protegiéndolos, sanándolos y llenándolos
de amor y de salud perfecta.
Confío plenamente a ti, Virgen de Guadalupe,
estas nuevas vidas que ahora son vida,
esperanza y alegría de sus padres y familiares.
Amén.