En la audiencia con las Hermanas Carmelitas Mensajeras del Espíritu Santo, recibidas con motivo del 40 aniversario de su fundación celebrado en julio coincidiendo con el IV Capítulo General, Francisco se detuvo en la misión de todos los cristianos, la evangelización, por la que las religiosas, fundadas en Brasil y ahora también en Europa, se vuelcan a través de actividades pastorales en parroquias y medios de comunicación
Tiziana Campisi – Ciudad del Vaticano
El servicio de la evangelización y la propagación de la Palabra de Dios deben llegar a todos y para ello es necesario un compromiso cotidiano. Lo ha subrayado el Papa Francisco dirigiéndose a las Hermanas Carmelitas Mensajeras del Espíritu Santo recibidas en audiencia esta mañana, 6 de diciembre, en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico, con ocasión de su 40 aniversario de fundación celebrado este año en julio coincidiendo con el IV Capítulo General.
«Esta Palabra de Dios debe llegar a todos. No lo olvidéis: a todos».
Evangelización, contemplación, apostolado
El joven instituto religioso, vinculado a la Orden de los Carmelitas Descalzos y enraizado en la tradición contemplativa del Carmelo Teresiano, nació en Brasil pero se ha extendido también a otras partes de Europa y en Italia cuenta con seis comunidades. Su carisma especial es el de la evangelización, combinada con la contemplación y la acción apostólica. Precisamente en estos aspectos se detiene el Papa, recordando el pasaje evangélico que muestra a Jesús en la sinagoga de Nazaret y que inspiró la fundación de las monjas carmelitas mensajeras del Espíritu Santo: «El Espíritu del Señor está sobre mí […] y me ha enviado […] a proclamar un año de gracia del Señor».
«Anunciar el Evangelio al mundo entero es la misión de todos los cristianos. Son las palabras de San Pablo las que deberían resonar en el corazón de todo bautizado: «¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!»».
Francisco advierte a continuación contra la habladuría, asegurando que «es lo contrario del anuncio del Evangelio, porque la habladuría es siempre una condena del otro, de eso, del otro», y exhorta a ayudar a los que caen en ella «a salir de ella cuanto antes».
Evangelización y oración
En cuanto al «impulso misionero de evangelización» de las monjas, el Papa señala cómo en diversos ámbitos está «estrechamente unido a la contemplación y a una vida de oración que sigue la antigua y hermosa tradición carmelita». Por último, Francisco invocó la bendición de Dios sobre las hermanas y pidió la intercesión de Nuestra Señora de Aparecida para que acompañe el camino del instituto religioso.
Las Hermanas Carmelitas Mensajeras del Espíritu Santo
Las Hermanas Carmelitas Mensajeras del Espíritu Santo fueron fundadas el 30 de julio de 1984 por Sor María José del Espíritu Santo. Su lema es «Contemplar para evangelizar a la luz del Espíritu Santo de Dios». Las religiosas tienen la oración vivida personal y comunitariamente como centro de su espiritualidad, y se comprometen en la evangelización a través de diversas actividades pastorales en parroquias, grupos de oración, visitas familiares, animación litúrgica, retiros de predicación, misiones populares, pero también a través de la radio, la televisión, las redes sociales, la música y los libros. Su carisma nace de la urgencia y necesidad de evangelizar a personas que viven alejadas de Dios, inmersas en sus problemas, sufrimientos, angustias y depresiones, buscando formas espirituales externas como respuestas a sus deseos y clamores.