12 « Pero, antes de todo esto, os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; 

13 esto os sucederá para que deis testimonio. 

14 Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, 

15 porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. 

16 Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, 

17 y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. 

18 Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. 

19 Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas. (Lc. 21, 12-19)

¡Qué segura está Señor tu protección y auxilio en todos los avatares de nuestra vida! “No tenéis que prepararos para dar testimonio de Mí, no sólo en la vida ordinaria, sino en los momentos puntuales en los que “nos echarán mano”, porque tu Palabra y tu mensaje escuece en este mundo a los que han elegido una vida de molicie y cultivo de su “ego”. “Yo, os daré palabras y sabiduría a las que no podrán hacer frente, ni contradecir, ninguna adversario vuestro”. ¡La obra, es totalmente de Dios!; la defensa de su Evangelio, es de Él, porque tiene fuerza para brillar con luz propia. Y, ante los ojos de los adversario, quedarán cegados. Mas, si ellos son capaces de limpiar su mirada, por la buena voluntad y la humildad, su corazón recibirá también el rocío de la gracia y podrán ver el poder salvador de la Palabra de Jesús; Y, de perseguidores de Dios, se harán defensores de su causa y, esto, hasta dar la vida por el Evangelio, si así lo quiere el Señor.

Esta inaudita transmutación, se hará por obra y gracia de la misericordia del Espíritu Santo. ¡Él, es bondadoso y fiel con los que lo temen y aman y también con los que por no conocerlo, lo rechazan!. Con todas sus criaturas, el Señor, en su Trinidad, se abajará a nuestro barro, porque es Dios, y no criatura.

¡Con qué alegre confianza pisa los hilos de la historia, en sus acontecimientos prósperos o adversos, los que ponen toda su confianza en quien en verdad podemos confiar y abandonarnos! ¡Cuando veamos nuestro pobre ser, como devorado por tantos poderes contrarios de este mundo, cerremos los ojos ante ellos y abrámoslos a la fe de quien sabemos que nos sostiene y su Espíritu Santo, pone toda su fuerza a nuestro servicio porque no quedaremos confundidos!

Y, que tampoco nos escandalice el que los mismos de nuestros parientes y amigos, serán los primeros en acosarnos. ¿No hicieron esto  con Jesúsy, tuvo que soportar la contradicción de los suyos y hasta uno de sus íntimos lo llevó a la Pasión y a la Muerte?

Repitamos con el salmista: “el Señor es mi pastor, nada me falta… Él, repara mis fuerza, cuando camino por cañadas oscuras, porque Él va conmigo, está pegado a mí y me da su Palabra de sabiduría y amor”. Y,hasta “tiene contados los cabellos de mi cabeza”. ¡Qué dulce delicadeza este detalle de su Palabra que, nos asegura que nos conoce y nos ama,más que nosotros, a nosotros mismos!. Y en otro momento, Jesús, nos habla de los pájaros del cielo y de los lirios del campo. ¡Cómo los viste y los cuida con toda su hermosura! ¡Pues, más a nosotros!. Y, añadeJesús: “¡hombres de poca fe!…

¡Señor, que, hoy en nuestra oración te supliquemos una fe como una Roca! ¡Ven y dánosla Tú, Espíritu Santo! ¡Qué así sea! ¡Amén! ¡Amén!

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