“Dios se nos comunica amorosamente”
- Fomentar el dialogo personal. Queridos hermanos, en ésta 55 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales convocada por SS. El Papa Francisco, nos anima, alienta e invita a salir de la comodidad y encontrarse con el otro, a rescatar el valor de la comunicación personal como el encuentro cercano que tuvo Felipe con Natanael al decirle: “Venid y lo Veréis” (Jn. 1,46); una comunicación que busque y transmita la verdad y autenticidad de los acontecimientos cotidianos; una comunicación que fomente la benedicencia y vaya construyendo puentes de unión, de paz, de justicia en la sociedad. Es precisamente en el diálogo y en la comunicación personal donde se da ése espacio de comprensión al otro. Abramos nuestro espíritu y nuestro ser, para saber dialogar con el prójimo, y que mediante el dialogo recíproco, podamos comunicar una mirada compasiva y misericordiosa a ejemplo de Jesucristo.
- La Trinidad es ejemplo idóneo de comunicación para el hombre. Así como el hombre ha sido creado para vivir en relación con el mismo hombre, también tiene la capacidad de relacionarse con el ser Divino: “Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo los mundos” (Hb. 1, 1-2). El suceso asombroso que nos comparte la revelación bíblica consiste en que Dios se da a conocer a través de su Hijo, Jesucristo, por medio de hechos y palabras, es decir, sale al encuentro del hombre, se auto-manifiesta y se auto-comunica. Dios se ha revelado al hombre a través de su Hijo, Jesucristo, y que nos ha comunicado el plan de Salvación, para que todo el que crea en Él, tenga vida eterna. Cristo es el comunicador por excelencia, primero porque es quien comunica la buena noticia, el evangelio a toda criatura, quien, a través de sus palabras y obras, transmite el amor incondicional de Dios para con el hombre. Y
segundo, porque da a conocer a la Trinidad y su modo de relación: «Quien me ve a mí, ve a mi Padre» (Jn. 14,9), “Os conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré” (Jn. 16,7). En efecto, Dios es uno y Trino, una comunidad de amor en perfecta comunión y comunicación entre las personas divinas: el Padre que engendra al Hijo, y el Espíritu Santo que procede del Amor del Padre y del Hijo. Así como la Trinidad, por su misma esencia, se comunican entre sí para formar una perfecta comunidad de amor, así también, el hombre, siguiendo las huellas de su creador, ha sido creado para vivir en comunión buscando comunicar el plan de salvación a los hombres, llegar a gozar algún día del banquete celestial
- Cómo el Padre me ha enviado así lo envío yo: vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio (Mc. 16, 14-15). Con éstas palabras, Cristo envía a sus discípulos a predicar el evangelio, ésta es la misión de todo bautizado: Predicar y comunicar la verdad, el amor de Dios, la justicia, el bien, la paz y la reconciliación a toda creatura para que el hombre tenga vida eterna. Oremos en esta jornada de las comunicaciones para que el Espíritu Santo ilumine e inspire a todos los comunicadores con espíritu de valentía y sinceridad para que en su comunicación prevalezca siempre la veracidad por encima del sensacionalismo; el respeto a la verdad por encima de la descalificación y el juicio precipitado; el interés del bien común por encima del interés personal o partidista. Que nunca se permita la manipulación de la verdad según su propia conveniencia. Que prefieran sufrir por la verdad que la ganancia sórdida de la mentira, recordando que Cristo es la verdad y el demonio es el mentiroso y padre de la mentira, que sean siempre servidores de la verdad, porque Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (1Tim 2,4.). Que así sea.
+ Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas
Obispo de la Diócesis de Cancún-Chetumal