“En mi memoria tengo un recuerdo muy vivo de mi papá arrodillado rezando el santo Rosario».
El conferencista y miembro de la Asociación de San José, Padre Jerónimo Espinosa, compartió cómo su papá logró convertir a toda su familia atea a través del rezo del Rosario. Este ejemplo de vida ayudó al sacerdote a acercarse a su vocación.
En una entrevista para el podcast “Un Cura y Un Cuento”, el P. Espinosa contó cómo nació su llamado a la vida sacerdotal y la influencia de una familia católica en la formación de la fe.
Entre su testimonio señaló que la vida de fe de sus padres ayudó a la familia a crecer espiritualmente.
“Mis papás oran todavía Liturgia de las Horas, en la mañana y la noche, uno lo escucha, y hay momentos en que decían: ‘Como ustedes aprendieron esta oración’, pues si lo rezas todas las noches, todos los días, y te oímos.
Porque no era como: ‘venga y rece’, sino que te oímos constantemente repetir esta oración, pues que hace a uno aprenderse el Rosario, se vuelve algo cotidiano y te empiezas a enamorar, porque no es que te tocó, sino porque lo ves algo vivo, pero en los dos, no solamente en uno”.
El sacerdote señaló que un recuerdo claro en su memoria es ver a su papá rezando el Rosario de rodillas.
“En mi memoria tengo un recuerdo muy vivo de mi papá arrodillado rezando el santo Rosario, mi papá convirtió su familia atea no creyente a todos sin predicarle la palabra, sino a punto de Rosario”.
“La necesidad de mi papá era que ninguno cree, ninguno sabe de lo que es Dios”, agregó.
El P. Espinosa indicó que su papá se convirtió gracias a su mamá, y fue orando que dejó una marca clara en él, la imagen de que Dios es el centro de la vida.
“Más adelante nos vinimos a enterar que mi papá, inclusive cuando nos tuvo, seguía aprendiendo a amar a Dios, de por qué la Eucaristía es importante, no solamente el domingo.
Pero, cuando uno es niño no entiende eso ni ve, pero lo que ve es el esfuerzo del amor, de Jesús es el centro, de en la Misa ponemos atención, y pues eso hace que uno termine enamorado de Jesús, en la Eucaristía y en los sacramentos”.
Este testimonio ha llevado a él y a sus hermanos a acercarse a la voluntad de Dios y cumplir su misión desde sus diferentes vocaciones.