Rezar por los difuntos, orar por quienes han fallecido, es una verdadera obra de caridad, pero además una hermosa tradición de nuestra fe católica.
En la Iglesia ofrecemos Misas por los difuntos como una forma de cumplir con nuestro deber cristiano y mostrar amor y compasión por ellos.
Estas Misas, ya sea una Misa Ordinaria, Misa Triduo, Novenario de Misas o Misa Gregoriana tienen como objetivo ayudar a las almas a encontrar la paz y la purificación en la presencia de Dios.
«Dichosos los muertos que mueren en el Señor. Sí, que a partir de ahora —dice el Espíritu— descansen de sus fatigas, porque sus obras los acompañan» (Ap 14,13). En este mes de noviembre, fiesta de todos los santos y fieles difuntos, te animo a unirte a esta tradicional práctica de caridad y ofrecer Misas por los difuntos, recordando que nuestras oraciones y sacrificios pueden ser la mejor ayuda en el viaje de estas almas a la eternidad.
Al ayudar a la celebración de las Santas Misas va directamente a proyectos de sacerdotes de todo el mundo, particularmente a aquellos que viven en países donde hay necesidad material y persecución religiosa. Que la luz de Dios ilumine tus caminos y te conceda la paz.
Con cariño y bendiciones, Los estipendios para celebrar la Santa Misa, tu donación voluntaria, son una manera de sostener a los sacerdotes y sus obras pastorales. Contribución para apoyar los proyectos de la Iglesia y ayudas a aquellos que más lo necesitan.