MÉXICO SIEMPRE FIEL
ANA BEATRIZ LUTZOW
KAROL JOSÉPH WOJTYLA
La historia de Sn. Juan Pablo II aquél a quien “quiere todo el mundo”, es muy conocida por haber sido el primer Papa polaco después de una larguísima fila de pontífices romanos. Él ocupó el número 263 entre los sucesores de Pedro. Alguien dijo que era el Papa que vino del frío, de un lugar lejano a Roma y con una educación actoral que posiblemente pudo ayudar mucho en ese arrastre que tuvo con las masas. Era un líder nato e indiscutible.
Es de todos sabido que por su experiencia con los nefastos y oscuros gobiernos comunistas, se distinguía por ser abiertamente antimarxista. Conoció de cerca el horror del comunismo.
Así fue como en el año 1979 regresa de visita a Polonia, su país natal y contribuye de alguna manera a la formación de Solidaridad, sindicato que fue decisivo en la bien librada lucha contra la dictadura comunista. John Lewis Gaddis, historiador afamado sobre la Guerra Fría, dice qué: “sin duda alguna, la caída del muro de Berlín tuvo su inicio con la visita de Karol Wojtyla a Varsovia”. Ese fue el principio del fin del maldito Muro causante de dolor y muerte.
Los comunistas han sido dados a ver a la Iglesia Católica como un “peligro”, una verdadera amenaza para la supervivencia de su modelo: autoritario, mentiroso, sin moral, sin libertades y dictatorial. Los agentes soviéticos en el Vaticano, calificaban las actitudes del Papa como actividades subversivas cuya finalidad era sabotear la ideología del sistema socialista.
Las palabras de Juan Pablo II: “NO TENGAÍS MIEDO de dar la bienvenida a Cristo y aceptar su poder. A su poder salvador abrid las fronteras de los Estados, los sistemas económicos y políticos”
Con estas palabras dejó muy bien expresada su lucha contra el comunismo que sería a través de la moralidad, la cultura y la Religión.
Él también hizo una denuncia en la ONU, que fue por la violación de los Derechos Humanos de los creyentes en los países del bloque comunista que eran tratados con gran falta de respeto y restricciones a su derecho de expresar sus creencias. Acto seguido los comunistas de la URSS suscribieron un documento que imponía medidas contra las políticas del Vaticano hacia los Estados Socialistas. Poco después de que este documento obtuvo aprobación, Juan Pablo fue brutalmente agredido en el atentado de la Plaza de San Pedro.
Afortunadamente la Virgen lo protegió y los poderes del infierno no prevalecieron contra él.
La Santa Madre Iglesia, ha sido siempre duramente atacada por los embates de los regímenes totalitarios y dictatoriales, porque ese tipo de gobierno se centra en la autoridad de un solo hombre a cuyo capricho se rige la vida de una Nación sin tomar en cuenta los Derechos Humanos.
La Iglesia por el contrario promueve los valores morales y humanos y la libertad con la que Dios nos creó. Nadie tiene la facultad de esclavizar al hermano y menos de someterlo por miedo o por hambre. Es inmoral comprar conciencias, corromper y mentir para eternizarse en el poder y arrollar al pueblo.
Recordemos siempre a este gran Santo de la Iglesia Católica contemporánea, su valor y su lucha por la libertad de los pueblos; nuestra Iglesia que no puede ser amordazada en su lucha por los derechos fundamentales del hombre. “JUAN PABLO II, TE QUIERE TODO EL MUNDO”.