Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
VENTANA QUE LLEVA A ÉL
Por la tarde, se estropeó la base que sostiene todos los teléfonos internos y… El torno. El torno es el lugar al que acude la gente que necesita algo de nosotras; es lo primero que se encuentra al llegar al monasterio:en él, piden oración, la llave del locutorio para una visita, recados, acceder a la tienda…
En la actualidad, el teléfono interno nos permite gestionar muchas cosas desde él. Ayer, no tuve otra alternativa: estar en el torno, dedicarme a ello.
Nunca había tenido esta oportunidad: se acercaba la gente, oía sus pasos y antes de que tuviesen problemas con el timbre les saludaba. Fue bonito poder estar, escucharles y atenderles. Para muchos les es desconocido y un reto llamar y es el momento en el que descubren que hay Vida en el interior.
El Señor transformó lo que podía parecer un inconveniente en una oportunidad para servir y acercarme a las personas. Estar en el torno me permitió experimentar de una manera más directa lo que significa acoger, escuchar y ser rostro visible de Cristo para quienes se acercan al Monasterio.
Jesús, a lo largo de su vida pública, se mostró siempre disponible, acogiendo a quienes venían a Él en busca de sanación, consuelo o simplemente para escuchar sus palabras. Escuchar a las personas, orientarlas, ayudarlas, decirles que vas a orar por ese problema… es una forma muy concreta de vivir esa disponibilidad, de mostrarles el amor que Cristo tiene por cada uno.
Todos somos esa ventana de entrada al amor del Señor para los demás.
“Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mateo 25, 40).
Hoy el reto del amor es que seas la ventana de entrada al amor del Señor. Ora por las personas que hoy se acercarán a ti o llamarán a tu trabajo, pídele al Señor ser Su instrumento para llevar consuelo y esperanza con un sencillo gesto, tiempo y dedicación. ¿Cómo les atendería Él?
VIVE DE CRISTO