Konaté Hernández 

Cancún, Quintana Roo, 29 marzo 2021. – Vivir la Semana Santa en la meditación, contemplación de la Biblia, en busca de serenarse, lograr la tranquilidad en el seno familiar, sobre todo en el corazón, como el lugar de encuentro, donde habita Dios, recomendó Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, Obispo de la Diócesis Cancún Chetumal en la Solemnidad del Domingo de Ramos, en Catedral Santísima Trinidad de Cancún. 

Evitar los espectáculos, fiestas, para vivir durante estos días en el recogimiento de la oración, en la contemplación interior del misterio más grande de la fe, precisó.  

Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, destacó que la comunidad está ávida en participar de los festejos de Semana, de ahí que estos se realizarán con una nueva modalidad, es decir con actores que interpretarán a los apóstoles, al escenificar los diferentes pasajes de la Pasión de Cristo desde una camioneta que circulará por las calles para que la gente sin salir de casa, ni trasladarse a otros sitios, puedan disfrutar y vivir, desde el seno familiar el Viacrucis. 

Por el interés demostrado por los fieles, la Iglesia ha tomado todas las medidas sanitarias recomendadas por el sector salud, respetando el aforo permitido en los recintos cerrados, mientras que, en los abiertos, la comunidad tiene la oportunidad que, sin alejarse mucho, pueda permanecer en el atrio, apostada en diferentes puntos, recargada en los árboles o subiéndose a estos. Esto es posible porque en el caso de la catedral Santísima Trinidad de esta ciudad, que además de contar con un buen equipo de sonido, la acústica es buena y es un lugar abierto, no obstante, se respeta el aforo permitido al interior.  

La ilusión de vivir la da Jesucristo  

Respecto a los jóvenes, explicó que la Iglesia siempre ha buscado servir, ayudar a tener paz en el corazón, en Semana Santa como en cualquier época del año. En este sentido reiteró a la juventud, la importancia de conocer el porqué de su existencia humana, de dónde viene, hacia donde va, y poder así reencontrarse asimismo y con Jesucristo, que es quien les dará paz, certeza, certidumbre e ilusión de vivir.   

Con la recomendación de evitar la pérdida de tiempo, evitar enredarse, distraerse en la maraña de mensajes, bailes, música, películas, videos, que puede atraparlos, alejarlos de la Iglesia hasta perder la conciencia, la fe, pensamiento, y hundirlos en los vicios, en el pecado. Si hoy que son jóvenes no aprovechan ese irrepetible tesoro, la pueden perder y con ello dejar de hacer grandes proyectos. 

Volver a la esencia, antes de que sea demasiado tarde 

Para recuperar la tranquilidad, de la ciudad, la entidad, consideró un deber volver a la esencia, misma que debe de integral, es decir ser hospitalarios, amables, serviciales, humanos, brindar hospitalidad, lo que, unido al paraíso natural como el mar, la arena, el sol, la selva, hacen único al destino. Es importante dejar la agresividad no ser abusivos y evitar la corrupción, de lo contrario el turismo buscará destinos que le brinden la paz y la tranquilidad que buscan. Y es que la principal responsabilidad recae en las autoridades que, al permitirse ahorrar recursos económicos, dejan de garantizar la paz y seguridad que requiere la sociedad quintanarroense.  

La solución la tiene el gobierno, con la aplicación de más recursos económicos, pero también con inteligencia, fe, y sobre todo con un pago digno al personal de seguridad pública, para que sus familiares puedan vivir adecuadamente; porque si en otros países se ha podido, no hay razón alguna para que en México no sea así. Es urgente invertir recursos extraordinarios, excepcionales antes de que sea demasiado tarde, subrayó Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, Obispo de la Diócesis Cancún Chetumal.  

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