Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
ALGO INESPERADO
¡Un mes! Nada más y nada menos que un mes con nuestra nueva vida. Y, poco a poco, nos vamos situando en nuestros nuevos oficios, vamos cogiendo ritmo, aprendiendo a cada instante… ¡sin perder la ilusión y la alegría!
Sin embargo, durante este mes, mientras cogía ritmo, dejé un poco olvidado mi jardín. Y claro, con estos calores, en pleno agosto, cuando tendría que haber regado con mucha asiduidad, no quería ni pensar cómo me lo encontraría cuando volviera.
Ayer, sin más dilación, me armé de valor para ir a ver si podía regar y recuperar alguna planta. Pero, para mi sorpresa, aquello parecía un vergel. ¡Un ángel me ha estado cuidando el huerto!
Sí, era clarísimo, porque no ha llovido nada, y todas las plantas estaban bien fuertes y verdes… ¡y creo saber bien quién es ese ángel! Qué alegría me dio verlo.
En seguida me acordé de tantos ángeles que aparecen en la Biblia. Son auténticos enviados del Señor, para cumplir una misión, para llevar una noticia, para realizar un servicio… Incluso san Pablo, en la carta a los Hebreos, anima a la hospitalidad, recordándoles que “algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles” (Hb 13, 2).
Lo cierto es que estamos rodeados de ángeles enviados por el Señor que vienen en nuestra ayuda; incluso también nosotros mismos somos a veces esos “ángeles” del Señor para los demás.
Ciertamente, no todos somos de naturaleza angélica, pero sí todos somos enviados por el Señor para actuar en bien de los demás. Porque es el Señor quien mueve nuestro corazón con su Espíritu para que obremos el Bien, para que amemos, para que miremos por el otro. Y con sus inspiraciones nos alienta a realizar misiones que, por muy sencillas que sean, tienen un valor infinito, porque están escritas con su mano.
Hoy, el reto del amor es ser “un ángel” para los demás. Es algo muy sencillo, tan solo necesitas escuchar la voz del Señor que te invita a vivir desde el amor. Si el mismo Creador es quien nos impulsa, ¡qué creativo será amar…!
VIVE DE CRISTO