Redacción/PERIÓDICO SAGRADA FAMILIA

Ciudad de México.— Este 20 de junio haremos memoria del asesinato de los padres Joaquín Mora y Javier Campos, así como del guía de turistas Pedro Palma, sucedido en el templo de San Francisco, Municipio de Cerocahui, Chihuahua. Este acontecimiento dio origen al Diálogo Nacional por la Paz, un movimiento que ha dado lugar a una Agenda Nacional por la Paz y diversos espacios de diálogo entre actores locales, estatales y nacionales para construir la paz.

Cada muerte y cada desaparecido en el país da sentido a este movimiento, como al de las madres buscadoras, por eso este día también recordaremos la muerte del Padre Marcelo Pérez
de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas; al Padre Javier García Villafaña párroco en la comunidad de Capacho, de la Diócesis de Zamora; los jóvenes reclutados en Teuchitlán, Jal.; los
bosques arrasados en la Sierra Tarahumara; los comuneros asesinados en Oaxaca; los jóvenes acribillados en Salamanca y San Felipe, Guanajuato; los candidatos y funcionarios públicos asesinados y los miles de personas desaparecidas en México.

El país sigue derramando sangre por todos lados: en el campo, en la ciudad, en las barrancas, en las plazas, en las calles, en las cárceles, en las estaciones del metro o en las fronteras.

Es tiempo de redoblar esfuerzos para detener esta violencia, por eso convocamos a las iglesias a realizar las siguientes acciones:

  1. Repique de campanas en todos los templos del país este 20 de junio a las 3 de la
    tarde.
  2. Orar por las víctimas de la violencia este 20 de junio en todas las celebraciones
    realizadas en el país.
  3. Informar de los avances de este movimiento para seguir sumando a los actores sociales
    que desean construir la paz.
  4. En las misas del domingo 22 de junio de todos los templos seguir la celebración eucarística sugerida (Anexo 1) y leer el comunicado único por la paz (Anexo 2).

En este tercer aniversario queremos hacer memoria del camino recorrido por el Diálogo Nacional por la Paz, celebrar los avances realizados por miles de personas que se unen a trabajar
desde la familia, las escuelas, la universidad y los barrios, las personas que se forman para gestionar la paz desde su localidad y recordar que cada muerte nos hace redoblar el paso para construir la paz.

A tres años del asesinato de nuestros hermanos jesuitas tenemos la esperanza de tejer condiciones para encontrarnos y construir caminos que permitan mejorar la seguridad y la justicia. Seguimos invitando a jóvenes, académicos, empresarios, organizaciones sociales y a otras iglesias a sumarse a este trabajo por la paz.

Que Dios nos bendiga en este esfuerzo pequeño pero grandioso para nuestro país. Prot. No. 261/25

Atentamente + Héctor M. Pérez Villarreal Obispo Auxiliar de México Secretario General Conferencia del Episcopado Mexicano; + Ramón Castro Castro Obispo de Cuernavaca Presidente de la
Conferencia del Episcopado Mexicano; P. Luis Gerardo Moro Madrid, SJ Prepósito Provincial De la Compañía de Jesús México; P. José Luis Loyola, MSpS Presidente de la Conferencia de
Superiores Mayores de Religiosos de México; Mtra. Denisse María Aranda Escobar Representante en el Núcleo por la Paz.

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