Por Norma del Socorro Álvarez Ledesma
Estamos bajo ataque, otra vez, esta vez es Apple. Lo que acaban de hacer es una de las peores profanaciones públicas de la Eucaristía nunca antes vista.
En su serie “ Amigos y vecinos ” (temporada 1, episodio 6), Apple emitió una escena tan vil y blasfema que la sociedad no puede quedarse callada.
Mostraron a unos actores irrumpiendo en una iglesia católica, abriendo el sagrario, robando las Hostias consagradas, sumergiendo el Cuerpo de Cristo en mermelada, riéndose, burlándose de la Comunión, fingiendo la absolución.
Y luego, iniciaron un acto sexual en las bancas — con el copón aún en el suelo, esto no fue sátira, esto no fue arte. Esto es odio dirigido — un ataque directo contra Jesucristo y contra cada cristiano que cree en Él.
Y Apple lo hizo deliberadamente. Sabían perfectamente lo que estaban mostrando. Porque no solo desprecian la fe cristiana, desprecian sus valores. Desprecian la verdad, la belleza y el sacrificio que representa nuestra fe cristiana.
Piensan que es fácil burlarse de los católicos. Piensan que nos quedaremos callados. Por supuesto que no lo haremos.
Recuerda París: casi 400 mil personas firmaron la petición en solo una semana cuando la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos se burló de la Última Cena convirtiéndola en un desfile drag — y nuestro autobús con el mensaje “Basta de ataques a los cristianos” recorrió la ciudad hasta que las autoridades finalmente prestaron atención. Entonces no nos quedamos en silencio y hoy tampoco lo haremos.
Apple debe afrontar las consecuencias. Exigimos que ELIMINEN este episodio blasfemo y que emitan una disculpa pública y completa por burlarse de la Eucaristía y profanar lo sagrado. Pero las palabras no bastan.
Estamos convocando a un BOICOT contra Apple TV — y pedimos a cada cristiano que deje de suscribirse, cancele su cuenta, elimine la aplicación y se niegue a gastar un solo centavo más en cualquier producto o servicio de Apple hasta que Tim Cook retire ese episodio y se disculpe. Golpéalos donde más les duele: su bolsillo y su reputación.
Inunda a Apple y a sus directivos con la indignación, hazles saber que esto es una batalla. Cuando se meten con Cristo, se meten con nosotros — y no vamos a retroceder.