Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
PLACA SOLAR
Hemos puesto a cargar una pequeña batería solar para ver su funcionamiento. Me resulta impresionante el ingenio con que Dios ha dotado al hombre. Ojalá sepamos utilizarlo siempre para el bien.
Aquella plaquita, en realidad, es sencilla: “absorbe” la luz solar, generando una energía que carga unas baterías. Y así, después, en caso de necesidad, esas baterías pueden servir para cargar otros aparatos que lo necesiten.
En cierto sentido, nosotros somos como esa “placa solar”: nos ponemos a la Luz del Señor, y es Él quien nos llena de Vida para, después, poder entregarla a los demás. Entregamos lo que primero hemos recibido de Él. Es su Luz la que nos alumbra el corazón, la que nos muestra el camino, la que nos llena del Amor que luego ofrecemos a todos los que se acercan a nosotros…
Sin embargo, estas placas solares, los días nublados o lluviosos, disminuyen su capacidad de generar energía. En cambio, nosotros no tenemos que echarnos a temblar ante los días nublados, porque nuestra vida no depende de las circunstancias, pues nuestro “Sol” nunca se pone. Como dice el Apocalipsis, en forma de promesa para nosotros: “Ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz de sol, porque el Señor Dios los iluminará”.
Estar con Cristo, vivir de Él, no significa ausencia de problemas ni de dificultades. Es más, seguro que algunos vendrán precisamente por ser de Cristo. Pero con Él, todo es posible. Nunca se ha de perder la esperanza. Todo lo que nos sucede puede ser el puente por el que otros se acerquen a Él.
Muchas veces, lo que nos sucede no es que desconfiemos del Señor, sino que se nos olvida confiar.
Hoy, el reto del amor es cargar bien nuestra batería solar, bajo el Sol que siempre permanece. Y que, cuando veamos que las nubes aparecen en el horizonte, no dejemos que esas circunstancias ocupen el centro de nuestra atención ni de nuestra vida. Si nuestro centro es Él, siempre tendremos la luz suficiente para dar un paso más.
VIVE DE CRISTO