Redacción/PERIODICO SAGRADA FAMILIA
La Parroquia San Rafael Guízar y Valencia se levanta con sencillez pero con gran dignidad, invitando a la comunidad al recogimiento en la comunidad Nueva Victoria.
Su interior está iluminado de luz natural, con bancas bien distribuidas y un altar que preside la imagen del santo patrono del pintoresco poblado.
Este recinto católico, es visto tanto por dentro como por fuera, es el símbolo de comunidad y espiritualidad para muchas familias del lugar.
La Nueva Victoria es una comunidad alegre y trabajadora que forma parte del municipio de San Andrés Tuxtla, Veracruz. Su calle principal, amplia y bien trazada, es el eje que da sentido al ir y venir diario de sus habitantes. Por ahí se asoman negocios, fondas, talleres y tiendas que crecen con esfuerzo, reflejo de un pueblo que avanza sin perder su esencia.
Dos ríos la cruzan, lo que le da frescura y carácter. El primero, más pequeño, se deja ver a la sombra de un enorme árbol, donde el agua fluye tranquila. El segundo caudaloso, atraviesa bajo el puente amarillo que conecta ambos extremos del pueblo. Desde ahí se observa el agua que avanza entre piedras y vegetación.
La comunidad cuenta con dos espacios de fe que reflejan su religiosidad de estructura sólida y color amarillo brillante, ofrece un espacio de reunión para quienes siguen nuestra fe. Con un diseño amplio y moderno, se ha convertido en punto central para orar, cantar y fortalecer los lazos entre familias cristianas.
La Nueva Victoria cuenta con instituciones escolares que forman parte esencial del crecimiento de sus habitantes. Desde el nivel preescolar hasta el telebachillerato, dónde el esfuerzo del sector educativo brinda un futuro más prometedor al estudiantado.
El campo deportivo, amplio y bien cuidado, es un espacio que va más allá del fútbol. Ahí celebran partidos amistosos, torneos, festividades escolares y reuniones juveniles. Es lugar de esparcimiento, pero también de formación física y convivencia, donde muchos niños y jóvenes dan sus primeros pasos en el deporte.
Casi a la salida del poblado, el parque público ofrece un rincón de descanso y encuentro. Con sus farolas y jardines, es un lugar donde se respira tranquilidad. La Nueva Victoria: es un lugar donde conviven la fe, el trabajo, la educación y la esperanza. Un pedacito de los Tuxtlas dónde la vida fluye entre ríos, calles limpias y el calor de su gente.
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