Al término de su primera audiencia general del miércoles, el Papa hizo un llamamiento por la situación «cada vez más preocupante» en la Franja, donde no cesan los ataques y la gente muere de hambre. El Pontífice exhorta a «permitir la entrada de digna ayuda humanitaria». Y pide a todos los fieles que recen el Rosario por la paz para que «desarmen sus corazones».
Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano
Es cada vez más preocupante y dolorosa la situación en la Franja de Gaza. Renuevo mi apremiante llamamiento para que se permita la entrada de digna ayuda humanitaria y se ponga fin a las hostilidades, cuyo precio desgarrador lo pagan los niños, los ancianos y los enfermos.
Es su primer llamamiento al término de la primera audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro y el Papa lo dirige a Gaza, un territorio que desde hace año y medio se ha convertido en sinónimo de muerte, violencia, destrucción, hambre, un enclave actualmente asediado y devastado por los «Carros de Gedeón», la masiva operación militar israelí en curso.
Sembrar esperanza en un mundo herido por el odio
Ya el domingo pasado, en el Regina Caeli al final de la misa de inicio de su pontificado, el Papa denunció que en la Franja «los niños, las familias, los ancianos sobrevivientes están sumidos en el hambre». Hoy vuelve a estigmatizar esta violencia que obstaculiza la consecución de una paz «desarmante y desarmada» invocada desde su primera aparición en la Logia de las Bendiciones.
En un mundo dividido y herido por el odio y la guerra, ¡estamos llamados a sembrar la esperanza y a construir la paz!
Emergencia de ayuda y nuevos ataques en la zona
Las palabras de hoy, en italiano, tras los saludos en varios idiomas, se producen mientras los camiones cargados de ayuda humanitaria que entraron en Gaza por el paso fronterizo de Kerem Shalom siguen esperando en el lado de la frontera para llegar a los lugares donde serán distribuidos. Así lo informan fuentes humanitarias situadas en el terreno. Ayer Israel anunció que permitiría la entrada de 93 camiones en la Franja, pero según la información transmitida por agencias locales una docena de camiones de Unicef y cinco de los Emiratos Árabes Unidos, así como un número desconocido del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, aún no han llegado a los puntos de distribución.
Mientras se especual con un retraso deliberado, las acusaciones de ayuda insuficiente y una apertura inadecuada teniendo en cuenta la enorme magnitud de la tragedia, también hay quien habla de riesgo de hambruna. «Hay 14.000 niños que morirán en las próximas 48 horas si no logramos llegar hasta ellos», declaró a la BBC el responsable de la ayuda humanitaria de la ONU, Tom Fletcher.
Mientras tanto, al amanecer, un ataque aéreo de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) mató al menos a 42 personas en la Franja. Datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, gestionado por Hamás. Según la misma fuente, más de la mitad de las víctimas, 24 personas, murieron en Jan Yunis, en el sur de la Franja. Por otra parte, los Cascos Azules de la ONU denuncian un ataque de Israel con drones en el Líbano en la ciudad de Al Mansouri, en la zona de competencia de la misión Unifil, recordando a todas las partes la necesidad de «garantizar la seguridad del personal de la ONU y el respeto del principio de inviolabilidad de las zonas controladas por los Cascos azules».
El recuerdo del Papa Francisco
Palabras que recuerdan los continuos llamamientos del Papa Francisco a «no dejar de rezar por la paz», lanzados desde el mismo escenario de la explanada de la basílica vaticana. Y precisamente a la memoria de su predecesor, fallecido de un ictus el 21 de abril, se dirigió el pensamiento de León XIV al final de la audiencia general, acompañado por el aplauso de los 40.000 fieles presentes.
Y no podemos terminar este encuentro nuestro sin recordar con tanta gratitud al amado Papa Francisco, que hace apenas un mes regresó a la casa del Padre.