Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
“AHÍ TIENES A TU MADRE”
El 13 de mayo rezamos el Rosario por la huerta, llevando en procesión a la Virgen de Fátima. Como sacristanas, nos tocó preparar las flores que adornarían las andas.
Tenía como referencia fotos de otros años para saber cómo colocarlas… pero al salir a la huerta me encontré con que este año no había las mismas flores. La naturaleza, caprichosa y sabia, nos ofrecía algo distinto. El resultado fue completamente diferente a otras veces.
Aun así, con lo que había, preparamos las andas de la Virgen. Y mientras lo hacíamos, comprendí algo: el año que viene también será distinto. Porque el amor es creativo. Y la naturaleza nos lo enseña: cada año nos da flores diferentes, en momentos diferentes. Si llueve menos, habrá menos; si hace frío, florecerán otras… pero nunca faltan.
María es Madre, y las flores son el lenguaje del amor de sus hijos. Al ofrecerlas, le decimos que la queremos, que forma parte de nuestra vida. Son un testimonio visible de que para nosotros está viva, de que creemos que camina a nuestro lado y nos cuida con ternura.
Y es que también nosotros llegamos cada año con flores distintas: flores nacidas del dolor, de la lucha, de la tormenta… o flores nuevas que brotan de la esperanza, de una buena noticia, de momentos vividos con alegría.
Tengas las flores que tengas, cógelas y entrégaselas a María. Entrégaselas a tu Madre, a aquella que te ha dicho:
“Mi Corazón Inmaculado triunfará.”
“¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre?”
“Mi Inmaculado Corazón será tu refugio.”
“Siempre estaré contigo.”
Jesús te dice: “Ahí tienes a tu Madre.” Acércate, ábrele el corazón, deja que entre con ternura… y sea Madre para ti.
Dar flores es dejar que el corazón hable sin ruido. Es reconocer que hay algo en ti que quiere entregarse, agradecer, confiar. Cuando llevas flores a María, dejas que salga de ti la ternura de un pequeño necesitado. La fe se hace gesto, el amor se hace visible, y el alma se engrandece.
Hoy, el reto del amor es que le lleves flores a una imagen de la Virgen. Flores naturales… y las que brotan de tu vida. Porque aunque sean pocas o distintas… son todo para una Madre.
VIVE DE CRISTO