Konaté Hernández/PERIÓDICO SAGRADA FAMILIA
Cancún, Quintana Roo.— Los días que la feligresía vive con mayor intensidad, son los que comprenden la Pasión, Crucifixión y Resurrección o «Triduum Sacrum», días que son parte de la semana más importante del año: Semana Santa.
Con profundo fervor y una masiva participación, se realizó la 14° edición del Viacrucis Viviente en Playa Delfines en Cancún.
Una conmemoración que reunió a más de cinco mil ciudadanos y visitantes en un espacio para la oración, reflexión y un Encuentro con el Señor.
La importancia de vivir la fe con autenticidad y compromiso es contar con la participación y entusiasmo de cerca de 200 actores locales, lo que reafirma la relevancia de esta tradición que une a la comunidad en torno al misterio de la redención, destacó Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.
Es en este sentido que, con el objetivo salvaguardar la seguridad de visitantes y locales, durante el Viacrucis en Playa Delfines (Mirador), la Secretaría Municipal de Seguridad Ciudadana y Tránsito (SMSCyT, implementó un dispositivo integral, el viernes 18 de abril.
Sin embargo es importante resaltar que la conmemoración de la Pasión de Cristo, inició el Jueves Santo por la tarde—noche, con actividades en los recintos, como la institución de la Eucaristía, del sacerdocio, el Sacramento del Amor, durante la Última Cena.
Al concluir la Santa Misa, grupos parroquiales, ministerios y apostolados, se relevaron para acompañar a Nuestro Señor Jesucristo expuesto en el Santísimo Sacramento del altar, durante toda la noche y madrugada.
Cansados, desvelados, pero con el corazón dispuesto, la mañana del Viernes Santo, acompañaron al Señor, camino al calvario en el Viacrucis Viviente en cada parroquia, Cuasiparroquia, capilla, para continuar con la lectura de las 7 Palabras:
1).- «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen», 2).- «Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso», 3).- «Mujer, he ahí tu hijo. He ahí tu madre», 4).- «Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado», 5).- «¡Tengo sed!», 6).- «Todo está consumado» y
7).- «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.»
La tarde del Viernes Santo, la comunidad acompañó a María en la Marcha del Silencio, rezar el Rosario del Pésame. Para el Sábado Santo, realizaron la Vía Matriz o Camino de María, que consiste en hacer el Viacrucis empezando por la última estación. (Este día no hay consagración Eucarística, pues es un día de dolor).
Ya por la tarde noche del Sábado Santo también llamado Sábado de Gloria, los fieles se congregaron en los atrios parroquiales, mientras el presbítero bendecía el agua, el fuego nuevo, encendía el Cirio Pascual, marcado por las letras griegas Alfa y Omega, (principio y fin) y el año 2025. En una noche Santa, donde reina la más densa oscuridad, mientras la luz de Cristo empieza a iluminar el mundo, aumentando paulatinamente su intensidad con las velas encendidas de la asistencia. Luego de iniciar la procesión de entrada, se da continuidad a las lecturas bíblicas del Antiguo Testamento, los Salmos y Evangelios, basadas en la salvación. Al concluir la Santa Misa, se entona el celestial cántico del «Gloria», se encienden las luces, el mundo se ilumina.
El Papa Francisco, destacó en su homilía que celebrar la Pascua es dejar que Jesús venza la pusilánime actitud que intenta sepultar todo tipo de venturoso porvenir. La piedra del sepulcro tomó parte, las mujeres del Evangelio tomaron parte, ahora la invitación va dirigida una vez más a cada uno de nosotros, en nuestras muy concretas circunstancias y situaciones. Es una invitación a romper la rutina, renovar la vida, las opciones y la misma existencia. ¿Quieres tomar parte de este anuncio de vida o seguir paralizado ante los
acontecimientos? «¡No está aquí ha resucitado!», dice el Santo Evangelio según San Mateo, capítulo 28, versículo 6, y te espera en Galilea, te invita a volver al lugar del primer amor y te dice: «¡No tengas miedo, sígueme!»
Pascua
El término significa «el paso del Señor de la vida a la muerte y de la muerte a la vida», es decir, Pascua de Resurrección, Pascua Florida, Domingo de Pascua o Domingo de Resurrección. Es la fiesta central de la Iglesia, que conmemora la resurrección de Cristo el tercer día luego de su crucifixión.
La Pascua marca el final de Semana Santa (Triduo Pascual), e inicia un período de cincuenta días llamado Tiempo Pascual que termina en Pentecostés.
El Primer Concilio de Nicea 325 estableció la fecha de la Pascua como el primer domingo después de la luna llena tras el equinoccio de primavera en el hemisferio norte (luna llena eclesiástica). Más tarde, Dionisio el Exiguo (525) convenció al Papado para fijar el equinoccio el 21 de marzo (equinoccio de primavera eclesiástico), por lo que, la fecha varía entre el 22 de marzo y 25 de abril. ¡Cristo ha vencido a la muerte con su resurrección!, Solemne Vigilia Pascual, medianoche del sábado a la madrugada del domingo 20 de abril, inicia la Octava de Pascua.






