Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

EL PODER DE LO SENCILLO

Para usar el nuevo sistema informático que queremos poner en la tienda, hay que registrar cada producto en el programa. Dicho así no parece complicado, pero, cuando ves cuatro estanterías llenas hasta el techo de cerámicas, te infartas.

Sin embargo, al ponernos a trabajar, decidimos dividir el material con criterios sencillos: bandejas ovaladas… bandejas rectangulares…

Son grupos pequeños, que vamos completándolos con cierta rapidez y, sin darnos cuenta, ¡¡ya llevamos muchísimo avanzado!!

Cuando tenemos por delante una montaña de trabajo, podemos llegar a bloquearnos, ¡y así es difícil avanzar! Esto lo vemos con claridad en aspectos materiales, pero a veces nos cuesta un poco más descubrir que sucede lo mismo en nuestro corazón.

¡Cuántas veces nos ponemos metas altísimas, propósitos impresionantes! Queremos cambiar mucho y rápido… pero el Señor prefiere otros caminos. A Él también le gusta hacer secciones pequeñas, cuidando lo sencillo.

Es estupendo desear hacer una hora de oración diaria… pero quizá es más sencillo comenzar con diez minutos. Por supuesto que sería maravilloso que naciese de tu corazón auténtico cariño por esa persona que te cuesta… pero quizá es más sencillo comenzar por regalarle una sonrisa.

El problema es que lo sencillo nos resulta irrelevante, ¡tenemos la sensación de que no estamos cambiando nada! Nos lanzamos con entusiasmo a las proezas, olvidando que la mayor proeza no es comenzar, sino perseverar.

Algo así le sucedió a Naamán, cuando, para que se curara de la lepra, Eliseo le indica que se bañe siete veces en el Jordán. Al general aquello le pareció ridículo… ¡y se negó en rotundo! Pero sus servidores le hacen una pregunta preciosa: “Padre mío, si el profeta te hubiese mandado una cosa difícil, ¿no lo habrías hecho? ¡Cuánto más si te ha dicho: ‘Lávate y quedarás limpio’!” (2 Re 5, 13).

Era algo sencillo, ¡pero le cambió por completo! El Señor desea hacer lo mismo con nosotros, y nos pide gestos pequeños. ¿Dejaremos de hacerlo, solo porque es sencillo?

Hoy el reto del amor es valorar lo sencillo, los detalles que pueden pasar desapercibidos, ¡pero que van transformando nuestro corazón!

VIVE DE CRISTO

https://www.dominicaslerma.es/vivedecristo/retodelamor/5243-hoy-el-reto-del-amor-es-valorar-lo-sencillo-los-detalles-que-pueden-pasar-desapercibidos.html

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Contenido Protegido