Konaté Hernández/PERIÓDICO SAGRADA FAMILIA

Tlacotalpan, Veracruz.— La Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana celebra la festividad litúrgica de Nuestra Señora de la Candelaria cada 2 de febrero.

Por su belleza, conservación y lo que guarda en su interior, el Santuario de Nuestra Señora de la Candelaria es el principal monumento histórico de Tlacotalpan.

La Cofradía de Nuestra Señora de la Candelaria, invita a la ciudadanía a participar en unión familiar y comunitaria en la preparación de los festejos a realizarse en febrero de 2026, en honor a la Sagrada Imagen qué, cumplirá 250 años de haber llegado.

«Tierra de Partida», significa Tlacotalpan, localizada al Sureste de Veracruz dentro de los límites de la Cuenca del Papaloapan, conocida por su tradición pesquera y por los festivales anuales de música jarocha y décima. Se caracteriza por su arquitectura vernácula y por su vínculo cultural e histórico entre la música de Andalucía, del centro—occidente de África y de las culturas nativas de Mesoamérica.

Según el censo de población 2020 realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), su población es de 12 mil 898 habitantes. Es un Pueblo Mágico caracterizado por su poesía, música, danza y fusión de tradiciones españolas y caribeñas. En 1968, Veracruz declaró a Tlacotalpan «ciudad típica» de México. En 1986, el gobierno federal la declaró Zona de Monumentos Históricos y para 1998, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) la declaró Patrimonio de la Humanidad.

Según sus archivos históricos, en 1865 el General Alejandro García Marcín, gobernador de Veracruz, decretó la elevación a categoría de Ciudad la entonces Villa. 

En 1965, 100 años después, para la víspera de la fiesta, se presentó la oportunidad para que el párroco Prudencio Ortiz Oviedo, llevara la petición de la grey a Monseñor José Guadalupe Padilla y Lozana Obispo de la Nueva Diócesis de Veracruz, para elevar a categoría de Santuario la Capilla, porque cumplía con los requisitos y características para merecer tal nombramiento. Hecho que se consolidó un 9 de mayo de 1965, con la participación de la grey y autoridades como testigos de la elevación canónica del templo que, por su historia, arquitectura, riqueza cultural y artística guarda en su interior, el principal monumento histórico, motivo de orgullo, sentido de pertenencia e identidad del pueblo.

El recinto sagrado, cada año congrega a millones de fieles, visitantes, locales y nacionales que se acercan a implorar y celebrar con amor y júbilo a la Madre de Dios, que nos presenta a Nuestro Señor Jesucristo: Reina y Patrona de esta demarcación. 

Su construcción inició en 1776, año en que arribó a Tlacotalpan la imagen de Nuestra Señora de la Candelaria, procedente de Barcelona, España, donada por el heredero de la Hacienda de la Estanzuela y dueño de la Isla de Tlacotalpan, don Pedro de Ovando y Rivadeneyra.

Construida en su mayoría de piedra múcar, extraídas de los arrecifes y cal, obra ejecutada por don Juan de Medina, tardó 7 años en concluir, abriéndose al culto el 2 de abril de 1783, fecha en que se trasladó la Santa imagen al nuevo templo.

El exterior es una conjunción de diferentes estilos arquitectónicos, con trazo de Cruz latina, de acuerdo a los escritos del arquitecto Humberto Aguirre Tinoco, de estilo Mozárabe combinado con elementos del último barroco. Sus muros decoran su interior desde tiempo inmemorial, con una detallada alegoría de pintura al temple, cuenta con 5 retablos de madera estilo neoclásico, decorados finamente con una policromía en simulación de mármol y molduras en hoja de oro que resguardan finas esculturas de procedencia española en su mayoría que datan de los siglos XVIII y XIX.

En su alto campanario, hay 5 sonoras campanas de bronce fundidas en esta ciudad por el presbítero Feliciano Noel. La Capilla resguarda importantes piezas de arte sacro como los lienzos al óleo “la Presentación de Jesús”, “la Coronación de la Virgen María”, “Jesús y San Juan Bautista”, “Santa Rita de Casia” y “El Sagrado Corazón de Jesús” autoría del pintor Salvador Ferrando; así como la “Regina Angelorum” de Alberto Fuster. Resguarda un Sagrario y manifestador de plata cincelados, que datan de 1817. Toda esta colección hace que el recinto albergue la mayor riqueza de arte sacro que tiene no solo Tlacotalpan, si no la propia Diócesis de Veracruz.

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