Redacción/PERIÓDICO SAGRADA FAMILIA

Una serpiente mordió a una ovejita en la cara, ella sintió un profundo dolor y se hinchó mucho. Tal era el odio que la víbora sentía por la ovejita que hacerle daño le hizo feliz. 

Pero la serpiente no conocía el tipo de sangre que corre por las 

venas de las ovejas. 

El antídoto contra serpientes suele elaborarse con sangre de oveja. Su sangre destruye el veneno de la serpiente.

La ovejita no se detuvo, siguió comiendo, bebiendo y paseando llena de felicidad por el campo, porque sabía que iba a estar bien. 

Mientras tanto, la serpiente observaba con celos desde su rincón, pensando en cómo atacar otra vez, no soportaba ver a la oveja sonreír, sintió una amargura tan grande, que terminó convirtiéndose en víctima de su propio veneno. 

No te preocupes por la serpiente, ni por su mordedura, solo asegúrate de que la sangre del cordero fluya por tus venas. Así como la serpiente hay personas a quienes les molestará tu brillo, tu actitud ante la vida, tu fuerza, sentirán envidia de tus posesiones o simplemente les enojará tu forma de ser, no importan los motivos, eso escapa de tu control. 

La actitud negativa de los demás puede doler, pero no dejes que el veneno de sus palabras o acciones controle tu bienestar. No se trata de ignorar el dolor, sino de reconocerlo, y decidir que no te afecte. Así como la oveja necesitó un par de días para recuperarse, cuando te encuentres frente a una situación complicada o recibas algún ataque, tómate un respiro para procesar, ignorar lo malo o defenderte si es necesario. Pero jamás inviertas, tu tiempo en odios, cultiva la paz y sigue tu camino, sabiendo que pase lo que pase, estarás bien, así como la ovejita. No olvides que el antídoto está en ti.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Contenido Protegido