Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
PARA
Sinceramente, en el momento que desplegué la lista de “para hacer” como sacristana para la Semana Santa, pensé que no era buen momento para tenerlos. Me dolía hasta el estómago al mirarla.
Un amigo me dijo:
“El Señor mira el amor que hay en tu corazón, todo saldrá bien.”
Para mí, lo importante era la segunda parte: “todo saldrá bien”.
Decidí dedicar los ejercicios a preparar bien la Semana Santa: el orden de la liturgia, las flores, el monumento…
El primer día de Ejercicios, encontré un sagrario antiguo que sería perfecto para el monumento del Jueves Santo… No tenía llave, y dediqué el día —sin éxito— a probar todas las que encontraba; el Señor no lo quería. Esa misma tarde teníamos Vísperas con el Santísimo, pasé un buen rato estudiando cómo hacerlo para que “salga bien”. ¿Sabes qué? El predicador no pudo venir y tuve que quitar todo.
Salió bien, porque el Señor se salió con la suya. Me estaba gritando: ¡Para!
Ciertamente, me faltaba paz. Quería vivir estos días en oración, pero al mismo hacer todo lo pendiente. Y si estás en esa encrucijada, te adelanto que, no es compatible.
La lista de tareas, por sí sola, agota el amor, vacía el alma… ¡y qué largas las hacemos! Sin embargo, cuando el amor está enraizado en el corazón, las “tareas” se convierten en una manifestación de ese amor, aún con olvidos y equivocaciones.
Después de todo, opté por la primera parte de la frase: “El Señor mira el amor que hay en tu corazón”.
¿Qué iba a dar si no? Es necesario parar, cimentar todo lo que tenemos por delante en Él, para dar paso al amor.
¿Tienes que hacer? Para.
¿Tienes que hacer mucho? Para mucho.
Porque de ello depende que realmente todo salga bien: desde el Amor. No podemos dar lo que no tenemos dentro.
Hoy el reto del amor es que pares para dejar que Cristo sea el motor que te mueva. Apaga el móvil y pon el estado de “ocupado, orando”. Déjate construir en Él y… todo saldrá bien. Ve al menos 30 minutos en una iglesia; ponte cara a cara con el Amor. Así todo saldrá bien.
VIVE DE CRISTO