Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
UN POCO “LOCOS”
Ayer necesitaba recordar algo, así que decidí cambiarme la alianza de mano. Estoy acostumbrada a llevarla en la derecha, así que, al verla fuera de su lugar, llamaba mucho más mi atención. Me recordaba los primeros días después de mi Profesión Solemne…
Llevar una alianza es, sobre todo, un recordatorio constante de lo que significa: un desposorio con una persona. ¡Y, en nuestro caso, es con Cristo! ¿No es impresionante?
Pero somos tan “de barro” que llegamos a acostumbrarnos incluso a algo tan grande como el vínculo de amor con una persona. De lo extraordinario hacemos costumbre, nos familiarizamos con ello y, entonces, corremos el peligro de que pierda valor en nuestro corazón.
Estos días, el padre nos recordaba que “el amor es ciego” y nos hacía ver cómo ese amor nos ha llevado a todos a hacer “locuras”, como la de dar un paso tan importante en nuestra vida.
Después, con el paso de los años, vamos perdiendo esa “ceguera” y comenzamos a ver muchas más realidades de la vida. Y añadió algo que me encantó: “¿No tendríamos que recuperar un poco esa ceguera para vivir enamorados?”
Evidentemente, no se trata de no querer ver la realidad, sino de confiar más en el Señor, de enfocarnos en lo bello y dejarnos enamorar una y otra vez, porque el corazón está hecho para vivir en el amor. Hoy veo más claro que, cada día, hay que hacer “locuras de amor” para mantenerlo vivo.
¿Acaso no es una locura levantarse todos los días del año antes del amanecer para alabar al Señor? ¿O que una madre se despierte cada tres horas para alimentar a su bebé? ¿O que alguien se entregue por completo al cuidado de un familiar enfermo o mayor? Cuánto transmiten nuestras entregas cuando las mueve el amor, porque son un reflejo del Amor de Cristo. Él, siendo Dios, se hizo Hombre para vincularse completamente con nosotros, hasta morir en nuestro lugar en una cruz. Él es quien nos ha enseñado que el Amor es un poco “loco”.
Hoy, el reto del amor es hacer alguna “locura de amor” por el Señor. Él estará encantado si, para mantener vivo su Fuego en nosotros, hacemos esas locuras en bien de los demás. ¡Que todos conozcan este Amor!
VIVE DE CRISTO