Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
ALGO ÚNICO
“Hoy podrás ver un fenómeno único en el cielo que no volverá a ocurrir hasta 2161. Se alinean los planetas del sistema solar y podrán verse cinco”. ¡No me lo iba a perder! Me puse la alarma para no despistarme; era algo único.
Bien, salí a la huerta, pero… el cielo estaba cubierto de nubes y no lo podría ver. Seguro que no me dará para ver el siguiente…
Mientras volvía, consideraba cómo, a pesar de las nubes, eso tan increíble se estaba dando al otro lado, independientemente de que yo alcanzase a verlo o no.
Cada día, en este momento, en muchos lugares de todo el mundo, Jesús se hace presente en la Eucaristía. ¿No es increíble? Todo un Dios se hace presente en el altar para darse a quien se acerque a recibirle. ¡Un acontecimiento único! Jesús viene para que puedas recibirle, presente entre nosotros, presente en ti. ¡Es Él! Ocurrió hace 2000 años y hoy se repite. ¡Es el mismo que caminaba por Galilea! Nos hemos acostumbrado a oír esto, pero nos debería hacer ponernos alarmas, correr… para presenciarlo.
Un acontecimiento único que ocurre independientemente de las nubes: de que quieras creer o no, de que decidas ir o no… es real. En cada Eucaristía, Cristo se te da; en cada Sagrario, Él está presente para ti. Un Amor transformador en el que puedes descansar.
Decidí no rendirme y volví al cabo de un rato. Había menos nubes y pude ver tres de los planetas. Vuelve a Él, insiste en salir a Su encuentro; poco a poco, las nubes que te impiden reconocerle se disiparán y tu corazón tendrá más y más sed de correr hacia Él.
Hoy el reto del amor es que vayas a ver el acontecimiento único que se repite cada día. Ve a una Eucaristía o acompaña un rato a Jesús en el Sagrario. Si sientes nubes, dile algo sencillo, como tantos le decían al encontrarse con Él: «Creo, pero ayuda mi falta de fe» (Mc 9, 24-26).
VIVE DE CRISTO