Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

CERTEZA

Ayer acompañé a una hermana al médico. Me preparé todo: la mochila, el abrigo, los papeles del médico. Pero, justo un poco antes de salir, una hermana me dice: «¿Has mirado el tiempo? ¿Va a llover?». Había preparado todo menos el paraguas.

Es verdad que estos días, por la ventana, he visto llover. He tenido que vaciar cubos de las goteras de los tejados, pero no he tenido que salir a la calle en ningún momento y, por lo tanto, para mí la lluvia era algo ajeno a mí.

Miré el tiempo y, efectivamente, daba lluvia. Pero no solo eso, sino que llovía todo el día. Le di a la hermana un paraguas pequeño, de esos plegables, y otro para mí. Por más que intentaba protegerme, solo conseguí que la cabeza no se mojase. La mochila y el hábito acabaron calados. El paraguas no hacía su función; era muy pequeño y la lluvia, mucha.

Durante el camino, le decía al Señor que esto es la fe. Mientras no tienes experiencia, todo es a medias. Me explico: para mí, la lluvia no era del todo “real” estos días, ya que no había entrado en contacto con ella y, por ello, no sabía cómo tratarla.

Esto es lo que nos pasa con Cristo. Mientras no tenemos una vivencia de Su amor, no acaba de ser real para nosotros. Pero cuando empezamos a tener una experiencia tras otra de Su amor, de Su cuidado, de Su bondad, entonces nuestra fe se va convirtiendo en certeza.

Cuando tenemos esta experiencia de Él, queremos practicar los sacramentos, porque en ellos encontramos vida. Queremos y aceptamos los mandamientos, porque en ellos encontramos orden para nuestro día a día. Hacemos vida todo lo que Cristo nos regala. Ya no es una imposición, no es un deber continuo, no tengo que hacer esto o aquello. Ahora la fe en Jesús es fundamental para vivir cada día. Porque una vez que experimentas el amor del Señor, ya no sabes vivir de otra manera.

Cuando el Señor te regala Su amor cada día, no quieres otra cosa. Pero tiene que ser un amor de vivencia, de experiencia; no vale que te lo cuenten. Porque entonces te mojarás, como yo ayer con la lluvia.

Hoy el reto del amor es pedirle a Jesús ver su amor en tu vida. Que tu fe en Él se convierta en certeza.

https://www.dominicaslerma.es/vivedecristo/retodelamor/5220-hoy-el-reto-del-amor-es-pedirle-a-jesus-ver-su-amor-en-tu-vida.html

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