Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
EL CUBO
Estaba fregando el suelo utilizando un cubo diferente al que usamos normalmente. Ya había terminado, el suelo estaba limpio y era momento de escurrir la fregona. La metí en el escurridor del cubo y, de repente, ¡se volcó con toda el agua dentro! Me empapé y el suelo se convirtió en un estanque.
Pensé que quizá no había calculado bien la fuerza, pero no era eso. Varias Hermanas pasaron por el mismo cubo y con todas ocurrió lo mismo. Al final, decidimos cambiarlo por otro.
A veces, seguimos usando lo mismo aunque veamos que todo se cae una y otra vez. Solo necesitamos parar.
Es Cuaresma. La Iglesia nos invita a detenernos, mirar nuestro cubo y preguntarnos: ¿qué se desparrama en mi vida? Deja que Jesús entre, que Él haga todo nuevo y puedas recomenzar de una manera distinta.
Que Él sea quien se haga fuerte en nosotros. Dejar que nos regale un corazón nuevo, confiado en Su Amor.
Es un tiempo de encuentro con el Amor. Para ello, es necesario abrir el corazón y dejar a un lado todo lo que nos impide encontrarnos con Él. No seguir fregando atrapados en la rutina, viendo cómo todo se desparrama una y otra vez. Como ese cubo que nos empapó a todas, hay cosas en nuestra vida que necesitan cambiar para que seamos realmente Felices y la felicidad está en vivir de Él.
Se trata de dejar que Cristo entre y sea fuerte allí donde tu no puedes. De permitirle que transforme tu corazón y te regale Su Vida.
Por lo tanto, no es cuestión de hacer grandes esfuerzos para alcanzar algo, sino de dejar a un lado aquello que impide a Cristo alcanzarnos a nosotros.
“Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá” Mt 7, 7
Hoy el reto del amor es que ores por ese cubo que necesitas cambiar por Cristo en este tiempo:Tiempo de televisión por oración; lo que normalmente escuchas por aquello que te lleve a Él; Dejar todo por unos días de retiro para encontrarte con Jesús…
Es, en definitiva, cambiar tu vida por la Vida.
¡Feliz Cuaresma!