Cuando estés atrapado en el tráfico o viajando por la carretera, puedes invocar al Beato Sebastián para que interceda por tu viaje”.

Si alguna vez has pasado horas atrapado en el tráfico, sabes lo difícil que es mantener la paciencia. En esos momentos de frustración, los Misioneros Franciscanos de la Palabra Eterna nos proponen recurrir a la intercesión del Beato Sebastián de Aparicio.

En un video publicado en su cuenta de Instagram, nos comparten la historia de este beato, quien vivió en México y tuvo un impacto significativo en el desarrollo vial del país.

Sebastián de Aparicio nació en Orense (España) en 1502, fue el primer hijo varón del matrimonio Juan Aparicio y Teresa Prado. Su vida dio un giro cuando decidió viajar a América, estableciéndose en México, donde aún se conservan sus restos.

“Estamos aquí en Puebla, México, en la iglesia de San Francisco de Asís, y detrás de mí está el Beato Fray Sebastián. Él es un santo incorrupto y este extraordinario hombre santo de Dios llegó aquí cuando los misioneros franciscanos venían de España a México. Sin embargo, en ese momento él no era franciscano, sino ingeniero”, indican en el video.

Sebastían se dedicó a la construcción de caminos, facilitando el transporte. De hecho, se le atribuye la construcción de la primera carretera del país, un logro que transformó la movilidad y el comercio en la región.

“También fabricó carretas para ayudar a las personas a transportar sus cargas y facilitarles un poco el traslado de un lugar a otro”.

Sin embargo, Sebastían sintió el llamado de Dios, decidió donar su fortuna a un monasterio de las Clarisas Pobres e ingresó a la Orden Franciscana a los 72 años.

“Sirvió como voluntario y, debido a su gran piedad, los franciscanos finalmente lo acogieron cuando tenía 72 años. Vivió hasta los 98 años y falleció en el año 1600.

Así que, cuando estés atrapado en el tráfico o viajando por la carretera, puedes invocar al Beato Sebastián para que interceda por tu viaje”.

Oración al Beato Sebastián de Aparicio

Glorioso Sebastián de Aparicio humildemente me presento ante ti, para implorar tu protección.

Confieso que no soy digno por mis pecados de ser oído de ti. Pero confío que, por la caridad que encendía tu corazón para tus prójimos que no podías ver una necesidad sin remediarla, tengas compasión de mí.

Mira que puedes interceder por mí, ahora que gozo de la presencia de Dios. No me niegues tu protección, alcánzame de tu divina majestad el remedio de la pena que me aflige, si es para mayor gloria de Dios y salvación de mi alma. Si no, hágase en todo la voluntad de Dios. ¡Bendito sea tu nombre!.

Un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria por las necesidades de la Santa Iglesia.

https://es.churchpop.com/tienes-problemas-con-el-trafico-pide-la-intercesion-del-beato-sebastian-de-aparicio

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