Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
AL COMPLETO
Ayer, cuando estaba en el trabajo, la hermana encargada me pidió que hiciera un trabajo en la imprenta. Yo, encantada, me puse a ello, pero al ver las impresiones, me di cuenta de que salían unas rayas en blanco. No era mucho, pero no quedaba bien la lámina.
Lo repetía y lo repetía, pero no acababa de salir bien, así que tuve que llamar al técnico para que me arreglara la imprenta.
Cuando miraba el pliego, me daba cuenta de que, por un pequeño detalle, todo el trabajo no valía. Cuando escucho la expresión: “Está casi bien”, siempre me hace reír:. Nuestro problema es el casi.
Y esto nos suele pasar con el Señor, con las personas, con las situaciones… Estamos bien o casi bien. Pero el casi no nos deja descansar el corazón, porque vemos que algo falta. Quizás sea poco, pero ese poco es una espina que no nos deja estar en paz.
Como decía mi madre maestra: ”¿Qué más da que un pajarito esté atado por un hilo o por una cuerda? Si lo que no puede es volar”.
Jesús, en el Evangelio, no actúa con el casi. En Jesús, el sí es sí y el no es no. Curaba, expulsaba demonios…
Vemos en una ocasión, en el Evangelio de Marcos 8, 22-26: “Llegaron a Betsaida, y le trajeron un ciego, rogándole que lo tocara. Tomando al ciego de la mano, lo sacó fuera de la aldea; le puso saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntó: ‘¿Ves algo?’
Él, alzando la vista, respondió: ‘Veo a los hombres; los veo como árboles que caminan’.
Luego, Jesús le puso otra vez las manos sobre los ojos, y el hombre miró fijamente, quedó curado y veía todo con claridad.”
Jesús lo curó por completo. Y esto es lo que quiere hacer contigo y conmigo. No quiere curarnos a medias, no quiere que vivamos una vida sin plenitud. Él quiere que seamos felices.
Solo tenemos que acercarnos a Él y dejar que nos cure, nos levante y nos fortalezca.
Hoy, el reto del amor es luchar por el Todo, que es Cristo, y desterrar el casi de tu vida.
VIVE DE CRISTO