En el mensaje para el congreso de vocaciones de tres días inaugurado, hoy, 7 de febrero, en Madrid, con tres mil participantes, el Pontífice invita a valorizar siempre los propios talentos. Aquí reside el fin último de la existencia: no desperdiciar los bienes materiales y espirituales para alejar a los demás de nosotros y de Dios.

Antonella Palermo – Ciudad del Vaticano

Pedir una mirada capaz de percibir las necesidades del hermano. Así lo afirma el Papa Francisco en el mensaje dirigido a los participantes en el congreso nacional de vocaciones “¿Para quién soy? Asamblea de llamados a la misión”  que desde hoy, 7 de febrero, y hasta el próximo día 9, reúne, en Madrid, a  unas tres mil personas de las 70 diócesis españolas, acompañadas por 65 obispos. Están representados 54 movimientos y asociaciones laicas, 120 congregaciones y 250 entidades diferentes que llevan a cabo la misión. Aproximadamente un tercio de los participantes tienen menos de 35 años.

Con este evento de tres días, que cierra el ciclo del Plan Pastoral de los Obispos, iniciado en 2021, se pretende consolidar en cada diócesis un servicio que anime la vida vivida como vocación y promueva los diferentes caminos vocacionales. La cuestión elegida como tema del congreso retoma la que el Pontífice plantea en la exhortación apostólica Christus vivit (n. 286), publicada después de la XV Asamblea General del Sínodo sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.

Hacer que el talento rinda frutos 

Refiriéndose al episodio bíblico del «joven rico», el Papa comenta la respuesta del Señor a la pregunta de qué hacer para obtener la vida eterna. Francisco explica que “todos somos administradores de los dones de la gracia y de la naturaleza que el Señor nos ha dado, y nuestros talentos deben ser puestos en el banco y cobrar intereses, nuestros bienes deben ser vendidos, para que el fruto llegue a los demás”.

El Señor nos hace ver, con una dulce pedagogía, que la bondad a la que aspiramos no se consigue cumpliendo requisitos y alcanzando objetivos y, aunque hayamos tratado de realizar todo esto desde nuestra juventud, siempre nos faltará algo muy simple, el don total de nosotros mismos, el seguir a Jesús en la prueba del amor más grande.

Los demás son el propósito de la vida.

El Papa Bergoglio recuerda las violentas inundaciones que devastaron España a finales de octubre pasado. Una situación muy difícil, observa, sobre todo, a la luz de los numerosos testimonios de coraje y solidaridad que le han seguido. Esta es una oportunidad para subrayar que “los otros” son el propósito concreto de nuestra vida.

Francisco explica cómo el joven rico del que habla el Evangelio «No supo invertir en el negocio esencial al que Dios le invitaba». Un ejemplo muy diferente al de quienes, en cambio, trabajaron excepcionalmente duro no sólo para apoyar a las víctimas del catastrófico fenómeno meteorológico, sino también, por ejemplo, para acoger a los migrantes o para ayudar en el momento de la trágica erupción del volcán de La Palma. 

Llevar a Dios a todas partes, ésta es la vocación de cada uno de nosotros.

La invitación del Papa es a no desperdiciar los bienes materiales y espirituales que estamos llamados a gestionar, “usándolos para alejar a los demás de nosotros y de Dios, sino tratemos de poder decir que no nos debemos nada más que amor”. Llevar a Dios a todos los ambientes de la vida, afirma además el Pontífice. «Éste es nuestro llamado.» 

No pensemos que lo que tenemos no es suficiente, tampoco los apóstoles tenían “oro ni plata” pero, después de recibir el Espíritu Santo, tratan de percibir la necesidad del pobre paralítico del templo (cf. Hch 3,1-8), incluso por encima de sus expectativas. No le dan dinero, sino que lo invitan a “mirarlos”, a ver el ejemplo de su pobreza y, captada su atención, le piden que se levante de su postración.

El programa del congreso

El congreso se abrió con los saludos del Presidente de la CEE, Monseñor Luis Argüello, del Arzobispo de Madrid, Cardenal José Cobo, del Arzobispo de Braga, Monseñor José Manuel García Cordeiro, responsable de Vocaciones y Juventud del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas (CCEE), y del Nuncio en España, Monseñor José Manuel García Cordeiro.

El documento marco, fruto del trabajo conjunto, fue presentado al final de la primera jornada en una vigilia de oración presidida por Monseñor Carlos Escribano, presidente de la Comisión Episcopal para los Laicos, la Familia y la Vida. El sábado estará dedicado a trabajar los cuatro itinerarios propuestos: Palabra, Comunidad, Sujeto y Misión, para cada uno de los cuales están previstos unos sesenta talleres que darán lugar a un informe final.

https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2025-02/francisco-vocacion-es-percibir-las-necesidades-del-otro.html

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