Redacción/PERIÓDICO SAGRADA FAMILIA

No es fácil envejecer,

te tienes que acostumbrar

a caminar más despacio,

a despedirte de quien eras

y saludar a quien te has convertido.

Es difícil esto de cumplir años,

hay que saber aceptar tu nuevo rostro

y pasear con orgullo tu nuevo cuerpo

y desprenderse de vergüenzas,

de prejuicios y del miedo que dan los años,

y dejar que pase lo que tenga que pasar,

y dejar que se vaya quien se tenga que ir,

y dejar que se quede el que se quiera quedar.

No, no es fácil esto de hacerse viejo,

hay que aprender a no esperar nada de nadie,

a caminar solo, a despertar solo

y a que no te atrape cada mañana

el tipo que ves frente al espejo,

y aceptar que todo se acaba

y la vida también,

y saber despedirse de los que se van

y recordar a los que ya se fueron,

y llorar hasta vaciarse

hasta secarse por dentro,

para que crezcan nuevas sonrisas,

otras ilusiones y nuevos anhelos.  

Por Alejandro Jodorowsky

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