Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
MÁS ALTO
Ayer tuve que coger unos jarrones de la parte alta de una estantería. Estirándome con todas mis ganas, logré bajar los de la segunda balda… ¡pero me era imposible alcanzar los que estaban en la más alta!
Si no hubiesen sido jarrones (que se pueden romper) habría intentado engancharlos a fuerza de saltar… pero, dadas las circunstancias, un poco a regañadientes, salí en búsqueda de una escalera.
Pero, cuando volví con ella, ¡qué fácil me resultó bajar todos los jarrones! De haberlo sabido, ¡la habría traído desde el principio!
Una escalera ayuda a llegar más arriba, te eleva, hace que sea fácil alcanzar lo que, de otra manera, resulta muy complicado. De pronto caí en la cuenta de que… ¡el Señor quiere ser nuestra escalera! Cristo quiere que lleguemos muy alto, ¡hasta el Cielo!
Para ello, pone a nuestro lado personas que nos dan la mano cuando caemos, o que nos alientan cuando perdemos el ánimo, ¡o que nos inspiran y animan a volar más alto!
El Señor ha soñado cosas grandes para ti, quiere ser esa escalera que te anime cada día a llegar un poco más arriba. El Resucitado siempre nos invita a hacer camino, a crecer, a avanzar. O, como decía un santo español, ¡hay que ir ”de bien en mejor subiendo”!
Es verdad que a veces puede dar un poco de vértigo, ¡como cuando estás en lo alto de la escalera!, pero, si te agarras a Él, descubrirás que alcanzas cumbres que jamás soñaste, que tu amor es más grande, ¡y tu alegría más profunda!
“El Señor soberano es mi fuerza, él me hace caminar por las alturas” (Hab 3, 19).
Hoy el reto del amor es ser escalera para alguien. Pide al Señor poder descubrir quién anda “un poco bajo” a tu lado, ¡y ayúdale a subir! Tal vez necesite una palabra de ánimo, o quizá que le apoyes en ese proyecto, ¡o que compartas su alegría! ¡¡Todos arriba!!
VIVE DE CRISTO