Redacción/PERIÓDICO SAGRADA FAMILIA
¡Formemos familias santas a ejemplo de la Sagrada Familia!
¿Cómo se puede ser un buen marido como lo fue San José? El Obispo de Orihuela-Alicante (España), Mons. José Ignacio Munilla, respondió a esta pregunta con un hermoso mensaje que resalta la importancia de la familia en el camino de la santidad de los esposos.
En un video compartido por la cuenta @elmaridodelarubia, Mons. Munilla dio un consejo a los maridos para formar una familia santa a imagen de la Sagrada Familia.
“Está claro que tenemos que fijar los ojos en esa Sagrada Familia, en ese San José al cual se le pidió custodiar. Él tomó conciencia de que: Dios me ha dado una misión”.
El obispo señaló que tener conciencia de esa misión es muy importante, ya que un buen esposo y un buen padre tiene que ser consciente que la tarea principal que Dios le ha encomendado en la vida es la santidad de su familia.
“Es la tarea principal de mi vida, no hay nada más importante. Donde me la juego es ahí. No me la juego tanto en el trabajo, no me la estoy jugando en la política, en las aficiones o en las amistades. Donde me la juego es en la familia, donde yo estoy llamado a acoger esa misión que Dios me ha dado.
Igual que tenemos muy claro que debo ser un buen profesional en la empresa, que tengo que mostrar mis capacidades y estar ahí a ver si soy capaz de que me den una responsabilidad mayor, todo eso es una broma comparado con el ponernos a ser servidores en el seno de la familia. Y que uno diga: ¿Qué puedo hacer para servir más y mejor? ¿Qué puedo hacer para ser mejor esposo? ¿Qué puedo hacer para ser mejor padre?”.
Mons. Munilla invitó a los maridos a ser conscientes de esta encomienda y ser custodios del don del amor y la vida que está unida íntimamente al matrimonio.
Además, resaltó que en este Año Jubilar, es muy importante lograr vivir plenamente el jubileo, de manera que, cómo esposo y padre, estén preparados a cumplir el designio y vocación que Dios les ha encomendado.
“En este Año Jubilar, lo mejor que puedes ofrecerle a tu esposa y a tus hijos es tu propia conversión, la purificación de tu vida, ganar el jubileo. Tu esposa y tus hijos tienen derecho a tener un esposo y un padre santo. Entonces, purifícate, prepárate y, de esa manera, cumplirás ese designio y esa vocación que Dios te ha dado”.
¡Formemos familias santas a ejemplo de la Sagrada Familia!