Redacción/PERIÓDICO SAGRADA FAMILIA
Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
PUDO
Hace unos días escuchaba a una hermana hablar con una persona sobre un “Pudo”. Le decía: “Lo tienes en el pudo de la peluquería Lola, allí puedes recogerlo”. La palabra “pudo” me llamó mucho la atención porque, para mí, “pudo” es una conjugación del verbo poder en pasado.
Descubrí que “Pudo” es un punto donde puedes recoger tus paquetes de mensajería. Es decir, cuando no estás en casa, te lo dejan en el “Pudo” más cercano.
Mientras trabajaba, reflexionaba sobre esa palabra y le preguntaba al Señor: ¿Cuál es nuestro pudo? ¿Dónde está el punto de recogida para un cristiano? Entonces le decía al Señor que nuestro punto de recogida diario de la gracia es la Iglesia. Ella es nuestra Madre y, en ella, nos encontramos cada día con el Señor.
En realidad, vivir muchas veces es duro, costoso, y difícil. Se nos acumulan desafíos que no sabemos cómo afrontar, personas con las que debemos tratar y situaciones que resolver. Necesitamos un lugar donde recoger la gracia necesaria para cada día, para poder vivir con luz, alegría y, en definitiva, con plenitud.
Al mirar nuestra propia vida, vemos mucha debilidad y fragilidad, algo normal en nuestra condición humana. Pero llenarnos de la gracia del Señor hace que todo sea diferente. No porque las circunstancias cambien, sino porque tú cambias por dentro.
Para esto, el gran centro de recogida de todas las gracias es la Eucaristía. En ella, el Señor se entrega totalmente a ti. Puede que a veces estés distraído, cansado o incluso dormido, pero Él actúa en ti, incluso en esas situaciones. Lo único que necesitas es acudir a tu punto de recogida, donde Él ya tiene preparado tu “paquete” para vivir con plenitud.
Hoy el reto del amor es pasarte por el “pudo” del Señor. Ve al punto de recogida donde te espera aquello que más feliz te hará: todo un Dios esperándote para entregarte Su amor. Porque la verdadera felicidad está en sentirnos amados y, después, convertirnos en amor para los demás.
VIVE DE CRISTO