Fortalece tu vida de fe y ve con esperanza la meta final que es el Cielo.

Al empezar un nuevo año, nuestras expectativas crecen y los deseos por cumplir nuestras metas están muy presentes. Sin caer en el perfeccionismo y la decepción por no siempre lograr lo que prometemos, comencemos este año con la mirada puesta en Dios para crecer en nuestro amor a Él y a los demás.

Acá te dejamos algunos propósitos que te pueden ayudar a fortalecer tu vida de fe y ver con esperanza nuestra meta final que es el Cielo.

1. Ora a diario 

Dedicarle un rato cotidiano a la oración es algo que nos cuesta a todos, pero se trata de disciplina y de hacerlo aunque no tengamos ganas. Puedes intercalar los días para hacer alguna lectura espiritual, visitar el Santísimo, ir a misa o simplemente hablar con Dios un momento. La oración diaria dispondrá tu corazón y te dará la paz que necesitas en tus quehaceres cotidianos.

2. Haz memoria

Recuerda el amor de Dios en tu vida, lo que Él ha hecho por ti. Haz memoria de tu historia de salvación para que tu respuesta a Dios sea cada vez más generosa. 

3. Agradece

Todos los días dale gracias a Dios por lo que acontece en tu vida, sea bueno o malo. La memoria agradecida del corazón nos hace más conscientes de la gracia de Dios y de lo mucho que necesitamos de Él.

4. Reconcíliate con quien estés peleado

Perdonar es difícil, pero aligeramos las cargas de nuestro corazón en la medida en que dejamos atrás nuestros resentimientos. Si te es difícil hacerlo directamente con esa persona que te ha hecho daño, perdona en tu corazón, escríbele una carta y cuando estés listo lo haces en persona.

5. Pasa tiempo en familia

Es algo que nos proponemos siempre y a veces no resulta. Ponte pequeños medios: un detalle, un saludo, una palabra de aliento o felicitación, alguna invitación puntual. Hay muchas formas de demostrar el amor sin necesidad de grandes gestos.

6. Vive el amor con los que más lo necesitan

Sé voluntario, participa en actividades solidarias, comprométete con una causa, y si no puedes hacerlo, acércate a una persona en concreto, atiende a sus necesidades. Trata de dar siempre, aunque lo que des sea pequeño.

7. Haz un retiro espiritual

Tener este espacio por lo menos una vez al año es muy importante para tu vida espiritual. Permítete tener un espacio en el que puedas profundizar en tu conversión y escuchar lo que Dios quiere de ti.

8. Lee más 

La lectura cultiva nuestro interior, nos permite aprender, conocer y abrirnos a nuevas cosas. Lee por lo menos dos libros nuevos en el año.

9. Sé más austero

No es necesario tener tantas cosas. Acumular hace pesada al alma y te impide ver lo esencial. En la vida cristiana es importante darle el lugar correcto a las cosas y vivir con sencillez.

10. Vive el momento presente 

Haz un esfuerzo por vivir en el presente, preocuparte tanto por el pasado o el futuro no hace más que añadir angustia a lo que vivimos ahora y nos impide amar.

11. Deshazte de un hábito molesto 

Si necesitas esforzarte en mejorar algo pequeño o grande, ten claro que siempre hay un camino para avanzar. Haz de este año el tiempo para deshacerte de un hábito molesto que te esté impidiendo acercarte a Dios. 

12. Aprende algo nuevo 

Es importante que encuentres algo que te guste hacer, que te permita descansar y ocupar tu tiempo de forma diferente.

13. Pasa tiempo en la naturaleza 

En ella podrás encontrar a Dios y conectar contigo mismo.

14. Habla bien de los demás 

Quizás no sea algo que cambie la vida de inmediato, pero está abriendo un camino para fortalecer a las personas de tu entorno simplemente prestando más atención.

15. Muévete más 

El deporte y la vida activa son muy importantes para la salud, pero además te permiten estar dispuesto, activo y atento.

16. Trabaja en una virtud 

A veces nos proponemos muchas cosas, ser más pacientes, más humildes… pero al final por abarcar tanto no conseguimos casi nada. Es mejor centrarse en una sola virtud y poner todo el empeño en ella.

17. Visita a tus abuelos

El espacio que le dedicamos a los demás es importante, nos descentra de nosotros mismos. Brindarle a alguien que amas tu presencia física es a veces lo más importante que puedes hacer por él.

18. Haz una peregrinación

Ponerse en camino, ir a buscar a Dios y crecer en nuestra conversión es algo que no podemos dejar de lado. Aprovechemos que este año es el Jubileo de la Esperanza y si no podemos ir Roma, visitemos una iglesia jubilar que tengamos cerca.

19. Sé más ordenado

El orden de nuestro exterior dispone nuestro interior. El orden, entre otras cosas, nos permite contar con más tiempo, ser más eficaces, rendir más y conseguir los objetivos que nos proponemos.

20. Intenta hacer algo que te dé miedo irracional

Vencerse uno mismo es importante en la vida espiritual. Liberarse de los miedos irracionales (no se trata de tomar riesgos físicos) nos puede ayudar a aprender a amar más y mejor.

21. Escribe más

De repente ya es tiempo de llevar un diario de oración o escribir sobre lo que piensas y sientes, esto te ayudará a categorizar mejor tus emociones y sentimientos para llevarlos a la oración.

22. Piensa menos en ti

Pensar más en los demás y hacer algo por ellos nos saca de nosotros mismos. Ponerse en actitud de servicio nos permite tener perspectiva con nuestros problemas y dificultades.

23. Calla más

No siempre decir todo lo que piensas es lo mejor. La prudencia es una virtud de sabios, aunque es difícil practicarla, si te lo propones verás que crecerás en caridad y podrás escuchar mejor a Dios.

24. Confía más

En nuestra vida es imposible controlar todo, empezar a soltar, ser desprendidos, dejar nuestras circunstancias en manos de Dios nos llenará de paz y nos liberará de angustias innecesarias.

25. Acude a María

Por último, y no menos importante, deja todos estos propósitos en manos de tu Madre, ella los llevará a Jesús y se encargará de hacerlos crecer y fructificar en tu vida.

https://es.churchpop.com/25-propositos-para-el-ano-nuevo-en-clave-catolica

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Contenido Protegido