Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
QUE CRISTO SEA TU ELECCIÓN
Este año, estoy situada muy cerca de la corona de Adviento en la capella y paso largos ratos mirándola. He disfrutado de los dibujos que tiene cada vela y de ver cómo, poco a poco, se van encendiendo. Sin embargo, dentro de mí surgía una sensación curiosa.
Por un lado, me encantaba ver la vela encendida, ya que me llevaba a pensar en Cristo, la luz del mundo. Pero, por otro lado, veía cómo se iba derritiendo, consumiéndose, y cómo desaparecía el dibujo. Si te soy sincera, me encantaría que la vela estuviera encendida y que no se consumiera.
Este hecho me recordaba a mi abuela, cuando me daba a elegir entre dos cosas. Yo le decía: «Quiero las dos», y ella me contestaba: «Soplar y sorber no puede ser». ¡Qué razón tenía!
Esto mismo ocurre en la vida. Debemos tener claro lo que queremos, porque necesitamos elegir unas cosas y renunciar a otras. No podemos tenerlo todo, especialmente si son cosas incompatibles.
En nuestra vida pueden faltar muchas cosas, pero hay una que no puede faltar nunca: Cristo. Es lo único verdaderamente imprescindible. Desde Él decidimos todo lo demás. Cuando Cristo está presente, todo lo demás cobra sentido. Él hace nuevas todas las cosas.
Esta Navidad será especial si Cristo está en ella. Cristo no viene a quitarte nada, sino a darte plenitud. Pero también es cierto que, si optas esta Navidad por Cristo, otras opciones quedarán descartadas, porque, como decía mi abuela, «soplar y sorber no se puede».
Hoy, el reto del amor es hacer una opción libre por Cristo. Te invito a sentarte durante tres minutos y rezar el Credo despacio, haciendo una opción consciente por tu fe.
VIVE DE CRISTO