Un testimonio que expone la persecución religiosa que enfrentan los católicos en su país.
El influencer Walter José Gómez relató en sus redes sociales una impactante experiencia que vivió en Nicaragua mientras intentaba asistir a Misa, un testimonio que expone la persecución religiosa que enfrentan los católicos en su país.
En un video, Gómez indicó que esta historia, que había compartido con anterioridad en su cuenta personal de Facebook, tuvo que eliminarla por temas de seguridad.
El joven católico resaltó que, un domingo hace 5 años, se encontraba caminando a su parroquia para participar de la Misa y de una actividad de su comunidad, donde habría charla y Hora Santa, cuando tres policías lo interceptaron.
“Te entra, obviamente, ansiedad, shock y pánico, por todo el contexto de violencia y represión que, en ese momento, los policías ejercen sobre los jóvenes de tu país, solo por haber alzado la voz ante tantas injusticias y una avalancha de cientos de muertes inocentes”, señaló.
Por el miedo, Gómez empezó a acelerar el paso, pero los policías lo alcanzaron, lo tomaron de los brazos y lo tiraron contra la pared.
“Toman la mochila que yo llevaba, la abren, y empiezan a sacudir su contenido. Obviamente, esto fue lo único que encontraron, porque ¿qué más va a llevar en su mochila un joven que, un domingo, va a la iglesia?”.
Los policías solo encontraron un poco de dinero, un rosario, una biblia, una libreta y una botella de agua.
“Al no encontrar nada ‘sospechoso’, empiezan a hacerme una serie de preguntas sin sentido, fuera de lugar, las cuales, obviamente, yo no sabía cómo responder porque no entendía lo que me estaban preguntando.
Me estaban preguntando: ¿Quién nos estaba financiando?, ¿Quién estaba convocando?, ¿Cuál era el plan?.
Y yo no entendía: ¿de qué me estaban hablando? Yo venía a una reunión de mi grupo y a vivir la Misa. Y, en el fondo, claro que yo, con mucho temor, oraba… oraba por ellos”.
Finalmente, lo dejaron libre, pero con una clara advertencia: “Que tenga cuidado de andar haciendo locuras”.
“Y bueno, yo continúo lleno de pánico tras cada paso, y muy en el fondo desconcertado, pero a la vez preguntándome: ¿cuál es esa locura? ¿Ir a Hora Santa? ¿Ir a Misa? ¿Ir a mi comunidad de jóvenes?
Pero, claro, en Nicaragua no hay persecución religiosa”.