21 de noviembre de 2024
La vida de Carlo Acutis, próximo a ser canonizado, inspira a miles de personas alrededor del mundo. Es el caso de Alex Espinosa, un niño mexicano de 9 años que lo considera su “amigo”, se disfraza de él en el día de Todos los Santos —el 1 de noviembre— y expresa con entusiasmo que desea ser como él cuando crezca.
El Papa Francisco anunció el 20 de noviembre, al concluir su Audiencia General de los miércoles, que Carlo Acutis será proclamado santo durante el Jubileo de los Adolescentes, que tendrá lugar en Roma del 25 al 27 de abril de 2025. El Arzobispo Domenico Sorrentino, de la Diócesis de Asís, indicó que la ceremonia se realizará en la mañana del domingo 27 de abril, en la Plaza de San Pedro.
Alex es el mayor de cinco hermanos, fruto de un matrimonio de 10 años entre María y Alejandro. Su madre recuerda que la relación de la familia con Carlo Acutis comenzó en 2020, el año en el que el joven fue proclamado beato.
A pesar de que entonces tenía apenas cuatro años, Alex mostró curiosidad por la vida del beato, viendo el interés que mostraban sus padres. Tras conocer la historia de Acutis y entender cómo vivió “una vida ordinaria, de manera extraordinaria”, el pequeño quedó profundamente impactado. Esa misma tarde, tomó unas maletas y le dijo a su madre: “Tenemos que estar listos para el cielo, mamá. Tenemos que tener la maleta lista”, recuerda María.
Desde entonces, cada año, en la fiesta de Todos los Santos, Alex se disfraza del beato italiano, conocido como “el influencer de Dios”. Este cariño creció, y su madre comenzó a compartir en su cuenta de Instagram momentos de la vida familiar, causando admiración entre católicos en todo el mundo por la devoción que su hijo mostraba hacia el joven beato.
Gracias a esta devoción, la familia recibió reliquias de Carlo Acutis, algo que, según María, ha sido clave en el crecimiento espiritual de Alex. La madre comenta que su hijo también se animó a “ayudar a los pobres, como lo hacía Carlo, un poco queriendo imitar su vida”.
En diciembre de 2023, el niño expresó su deseo de hacer su Primera Comunión “como Carlo Acutis, a los siete años”.
De acuerdo al Código de Derecho Canónico, la ley de la Iglesia, “para que pueda administrarse la santísima Eucaristía a los niños, se requiere que tengan suficiente conocimiento y hayan recibido una preparación cuidadosa, de manera que entiendan el misterio de Cristo en la medida de su capacidad, y puedan recibir el Cuerpo del Señor con fe y devoción”.
Así, Alex comulgó por primera vez dos días antes de cumplir ocho años. Recordó su madre que “fue algo muy especial para él decir ‘yo la hice igual que Carlo Acutis, a sus 7 años’”.
La devoción de Alex se refleja incluso en los pequeños detalles de su vida cotidiana. Ha pedido celebrar su cumpleaños con la imagen de Carlo Acutis y su madre relata que le gusta compartir con otros niños la historia del beato.
María reflexionó sobre el impacto que estas palabras tienen en sus compañeros: “No sé qué tanto se les queda, pero al final, es un testimonio importante de fe a esas edades”.
Una curación que atribuyen a Carlo Acutis
En marzo de 2024, el padre de Alex fue diagnosticado con un tumor cancerígeno en uno de sus pulmones. Mientras esperaban el tratamiento adecuado, una amiga cercana le ofreció una reliquia de Carlo Acutis. Una noche, Alex expresó su preocupación: “Me preocupa que le duela, no me gusta que le duela a mi papá”. Siguiendo el consejo de su madre, el niño pidió a Carlo Acutis que intercediera ante Jesús por la salud de su padre.
Esa misma noche, María colocó la reliquia sobre el pecho de su esposo mientras permanecía junto a él en el hospital. A la mañana siguiente, la salud de su esposo mejoró notablemente. Los médicos confirmaron que la inflamación había disminuido drásticamente, lo que permitió programar la cirugía antes de lo previsto.
María afirma con certeza que lo sucedido fue “un milagro, algo inexplicable”, atribuyendo la mejoría a la intercesión de Carlo Acutis y a la oración de su hijo. La curación, asegura, “fue una respuesta a una oración sincera, pura, de un corazón puro”.
Una amistad con Carlo Acutis
Durante un viaje a Asís, los padres de Alex le trajeron un libro que relata detalladamente la historia de Carlo Acutis. Según su madre, esto permitió que el pequeño percibiera al beato de manera “más cercana y real”. El niño comenta que “es mi amigo, y sí, yo le pido. A él le gusta el fútbol, la Nutella y los videojuegos”.
Algunos consejos para fomentar la fe en los hijos
En base a su experiencia con sus cinco hijos, María comparte algunas claves sobre cómo educar a los niños en la fe. Ella cree firmemente que el mejor modo de transmitir valores espirituales es “con el ejemplo, eso es importante”.
Según su experiencia, los niños aprenden observando cómo los padres tratan a los demás, cómo se expresan y, en este caso, “ven cómo nos dirigimos en nuestra fe, cómo estamos en Misa, cómo hacemos una oración. Creo que eso tiene mucho que ver”.
Ella y su esposo han hecho de la fe una parte integral de la vida familiar, sin imposiciones, de tal forma que la vivencia de la fe sea “natural, desde una oración, antes de bendecir los alimentos, antes de salir de la casa”. Además, procuran enseñarles a sus hijos a agradecer por las pequeñas bendiciones, desde “el pan con Nutella hasta tener casa”.
María también enfatiza la importancia de integrar la fe en actividades cotidianas de forma divertida, como rezar el Rosario con un rosario de “pop-its”, un tipo popular de juego que consiste en presionar burbujas de silicona o trivias después de la Misa dominical.
Lo más importante, según María, es nunca forzar a los niños, sino hacer de la fe una parte de su vida “de manera natural y divertida”, siempre mostrándoles que “Dios te ama mucho y hay que agradecerle”.