«En nuestras oraciones, no olvidemos a los pecadores y a las pobres almas del Purgatorio, especialmente a nuestros pobres familiares» – Santa Bernardette
¡Recordar a las almas en el Purgatorio es muy importante!
Esta doctrina católica tiene sus raíces tanto en la Escritura como en la Tradición. El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda al respecto:
“Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: ‘Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado’ (2 M 12, 46). Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico (cf. DS 856), para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los difuntos” (CIC 1032)
La comunión de los santos ha compartido mensajes profundos sobre la naturaleza del Purgatorio y la importancia de orar por las almas de los difuntos.
Aquí tienes siete frases de santos sobre el poder de la oración y el Purgatorio:
1) San Pablo de la Cruz
«Si durante la vida hemos sido amables con las almas que sufren en el Purgatorio, Dios se asegurará de que no nos falte esa ayuda cuando muramos».
2) Venerable Fulton Sheen
«Cuando vayamos al Cielo, las veremos: una multitud que se nos acerca y nos agradece. Les preguntaremos quiénes son y nos contestarán: ‘soy una pobre alma por la que rezaste cuando estaba en el Purgatorio'».
3) Santa Bernadette Soubirous
«En nuestras oraciones, no olvidemos a los pecadores y a las pobres almas en el Purgatorio, especialmente a nuestros pobres familiares».
4) San Francisco de Sales
«Con la caridad hacia los muertos, practicamos todas las obras de caridad. La Iglesia nos anima a ayudar a las almas en el Purgatorio, quienes, a su vez, nos recompensarán abundantemente cuando entren en su gloria».
5) San Juan Vianney
«Si se supiera cuán grande es el poder de las buenas almas del Purgatorio con el Corazón de Dios, y si supiéramos todas las gracias que podemos obtener por su intercesión, no serían ellos tan fácil olvidados».
6) San Pío de Pietrelcina
«Debemos vaciar el Purgatorio con nuestras oraciones».
7) San Alfonso María de Ligorio
«Demasiado felices son los siervos de esta bondadosísima Madre, pues no sólo en este mundo son socorridos por ella, sino que también en el Purgatorio son asistidos y consolados por su protección.
Pues siendo allí más necesario el socorro, porque están atormentados y no pueden valerse por sí mismos, tanto más se esfuerza esta Madre de misericordia por ayudarlos.
En aquella cárcel de unas almas que son esposas de Jesucristo, María tiene cierto dominio y plenitud de poder para aliviarlas, así como librarlas de sus dolores”.
“Ved, pues, cuán importante es ser siervo de esta buena Señora; porque Ella nunca olvida a los tales cuando están sufriendo en esas llamas. Y aunque María socorre a todas las almas del Purgatorio, siempre obtiene más indulgencias y alivios para aquellas que le han sido especialmente devotas”.
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