Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
TODO IMPORTA
Llevamos unos días con un viento muy fuerte, que mueve mucho los árboles. Cuando paseas, ves las nueces en el suelo, las hojas caídas, las ramas quebradas…
Desde hace un tiempo, había un pino muy grande con un tronco muy grueso, el típico árbol que piensas que no se va a caer nunca. Pues con estos fuertes vientos empezamos a notar que se inclinaba, cada día un poco más. Una hermana dijo que había que podarlo y quitarle peso para equilibrarlo.
Hace unos días nos levantamos y el pino se había caído. Era impresionante ver las raíces cortadas y arrancadas. Pensábamos que no se caería, que el viento no lo tumbaría, pero día tras día el viento logró que el pino cayera.
Al llegar a la oración, le decía al Señor que me había impresionado. Una hermana, que no había visto el proceso, preguntó: “¿Cómo ha sido posible?”. Y le contesté: “No ha sido de un día, sino de muchos días”.
San Pablo, en sus cartas, nos dice continuamente que nos cuidemos de no hacer el mal: idolatrías, envidias, celos, riñas… que esto solo nos lleva a caer en nuestra vida. Es verdad que un solo acto no te tumba, pero la repetición de estos actos te acaba sumergiendo en la tristeza, la desgana.
San Pablo nos dice: “Llenáos del amor de Cristo, vivid según el Espíritu y no según la carne. Porque el que vive para el Espíritu hace las obras del Espíritu”. Podrán venir fuertes vientos, pero si las raíces están en Cristo, nada ni nadie te tumbará.
Hay una expresión muy típica que es: “Va, no pasa nada”. Y esto no es verdad. Por pequeño que sea un acto, todo importa en tu vida. Porque muchos actos pequeños son los que cambiarán tu forma de pensar y vivir.
Hoy el reto del amor es dar importancia a los detalles pequeños; en ellos encontrarás una oportunidad para amar.
VIVE DE CRISTO