Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
RESERVADO
Miraba a las personas que entraban a rezar con nosotras el Rosario. ¿Qué les pasará? Todos se sentaban de mitad de la iglesia hacia atrás. No tardé en darme cuenta, y es que nos adelantamos un día en poner los carteles de “reservado” en los bancos para la fiesta de la Virgen, y todos los estaban respetando.
No caímos en la cuenta de que, antes de la fiesta de la Virgen, íbamos a abrir la iglesia para el Rosario, vísperas… e iba a ser tan respetado.
Sin que estén los carteles, muchas veces preferimos quedarnos atrás, como si los bancos de delante ya estuviesen reservados a otros. Y somos nosotros los que, sin darnos cuenta, ponemos los “reservados”, cuando en realidad siempre hay un cartel puesto en cada iglesia, imperceptible a los ojos de los demás, que es para ti. El sitio preferente está preparado para ti.
Sí, para ti. Porque Jesús quiere que te acerques, que te pongas al alcance de Su mirada, estés como estés. En el Evangelio, todos los bancos “reservados” eran para aquellos que, como tú y yo, tanto Le necesitamos. Él no espera que todo te vaya bien o sientas alcanzar una perfección. Jesús te espera ahora para abrazarte y poder hacer cosas grandes en ti.
Porque Él es Dios entre nosotros, que está en cada Sagrario para que, como tantos del Evangelio, puedas acercarte con tus preocupaciones, con tu necesidad de ser sanado y amado, con tus planes y alegrías, porque lo que tienes en tu corazón está también en el Suyo, y, por encima de todo, quiere que seas feliz.
“Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, 28pensando: «Con solo tocarle el manto curaré»” Mc 5, 25-34
Hoy el reto del amor es que vayas a una iglesia y te sientes en ese “reservado” para ti, lo más cerca de Jesús. Ve como eres y cómo estás, y déjate abrazar por Él.
VIVE DE CRISTO