Por Silvia del Valle

Los niños que tienen más desarrollada esta inteligencia son capaces de distinguir
ritmos y tonos en la vida cotidiana; son esos niños que todo el tiempo cantan o
que se ponen a bailar hasta con el ruido que hace la lavadora al funcionar.
Cuando son bebés son los que ponemos música y se mueven al ritmo de cada
canción.

Estos niños son capaces de pensar en términos de sonidos, ritmos y melodías;
ellos aprenden mejor cantando y escuchando música. Su forma de expresarse es
por medio del canto y son capaces de encontrar una canción para cada estado de
ánimo o circunstancia que se les presenta. Hasta les pueden identificar con los
colores.

Son muy sensibles a los sonidos fuertes por lo que son capaces de detectar ruidos
que otros no pueden hacerlo. También son capaces de distinguir cada instrumento
que suena en una melodía.
Son los típicos que al moverse lo hacen con ritmo en lugar de generar ruido.

Para educarlos es necesario apoyarles con cosas muy sencillas pero muy
específicas, aquí te dejo mis 5Tips para lograrlo.

PRIMERO. Que escuchen buena música desde pequeños.
Es importante que pongamos música clásica o instrumental de fondo, aún en
nuestro embarazo, ya que los bebes en el vientre materno perciben con claridad
los ritmos y sonidos; de esta forma les estamos estimulando desde muy temprana
edad.

Una vez que han nacido es bueno que les pongamos la misma música que
escuchaban cuando estaban en el vientre materno y cantos nuevos con ritmos
nuevos.

También es importante que les ayudemos proporcionándoles música de calidad y,
por que no decirlo, que fomente la cultura y el aprendizaje de nuevos idiomas.
La repetición constante y continua de los cantos y melodías ayudará a que puedan
identificarlos de manera natural y que aprendan a distinguir las emociones que
genera cada una en ellos.

SEGUNDO. Déjalos que canten y hagan ritmos.
Estos niños tienden a hacer ritmos con las manos, pies o con cualquier objeto que
tienen cerca. Esto puede ser molesto ya que de pronto puede llegar a ser algo
ruidoso, pero es necesario dejarles que se expresen por medio de estos ritmos o
del canto.

Quizá al principio pueda ser difícil o desafinado el canto, pero poco a poco irán
afinado su voz y podrán entonarse mejor.
Pero no hay otra forma de lograr cantar bien que cantando. Y si queremos que
sean expertos en algún instrumento es necesario que los dejemos practicar varias
horas al día.

Por supuesto que si vemos que hay necesidad podemos inscribirlos en clases de
música, de algún instrumento en especial o de canto para que vayan
desarrollando más estas capacidades que ya tienen.

TERCERO. Ponle a la mano instrumentos adecuados para su edad.
En lugar de juguetes, estos niños quieren de regalo algún instrumento, por lo que
es muy necesario que les podamos permitir conocer y tener diferentes
instrumentos para que cuando llegue el tiempo adecuado, puedan escoger en cual
se quedarán.

CUARTO. Que le pongan música a los conceptos que tienen que aprender.
Esta es una práctica genial con la que logramos matar dos pájaros de un solo tiro
ya que logramos que adquieran conceptos de otros ámbitos y que desarrollen su
capacidad musical.
¿Cómo lograrlo? Pueden pedirles que descompongan alguna canción popular o
de moda y que le pongan como letra lo que tienen que estudiar de español o
historia.
Es increíble ver cómo pasa el tiempo y siguen recordando estas pequeñas
composiciones o más bien, descomposiciones de la infancia.

Y QUINTO. No los presiones, lo importante es que lo disfruten.
Es muy común que los niños que tienen esta inteligencia predominante tengan
una voz muy linda o que tengan una gran capacidad interpretativa por lo que se
vuelven muy simpáticos y nosotros podemos caer en la tentación de pedirles que
en las reuniones familiares y eventos especiales, nos canten o toquen el
instrumento que les sale muy bien, sin darnos cuenta de que esto puede
generarles mucho estrés, porque no es lo mismo que lo hagan en privado y en
confianza a que lo hagan bajo la mirada de muchas personas.
Si tenemos esta costumbre podemos llegar a vacunar a nuestros hijos y hacerlos
que repriman esta capacidad para evitar que los pongamos en evidencia en cada
reunión.

Que sean ellos quienes nos marquen el ritmo, dependiendo de como se sientan y
de cómo vayan desarrollando esa capacidad y las otras que se requieren para
cantar o tocar en público.
Recordemos que una inteligencia puede predominar pero siempre va acompañada
de otras que la complementan.

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