Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
SIEMPRE HAY FLORES
Miraba con pena al Sagrario: «en cuanto se marchiten las flores que tiene, ya no tendré más», pensé. Las flores o las plantas al lado del Sagrario tienen un significado profundo: flores vivas que señalan a la Vida, a la presencia real de Jesús en el Sagrario, a la vez que con ellas transmitimos simbólicamente nuestro cariño y adoración.
Tendría que buscar una planta o algo que pudiera sustituirlas.
Pero ayer, sin haber llegado a quitar las anteriores, me dijo la tornera que en la puerta de la iglesia habían dejado unas «varas» de flores. ¿Varas? Salí corriendo a por ellas y había un inmenso centro, lleno de flores de todo tipo. A duras penas podía con él. Me inundó una inmensa alegría: ya tenía flores para la iglesia.
Es increíble porque, en realidad, desde que empecé a ser sacristana no han faltado flores ni un solo día y siempre han llegado de maneras insospechadas justo en el momento de retirar las anteriores. Realmente, se encarga Él de todo.
Vi muy fuerte al Señor en esto, y es que nos quiere felices, te quiere feliz, y siempre hace que haya flores que señalen a la Vida. Aun en las circunstancias más difíciles, siempre va a ponerte algo o alguien que te muestre Su presencia a tu lado.
Es cuestión de cambiar la mirada, de vivir cada día en acción de gracias. Si te centras en la “rutina”, en las dificultades o la queja, no podrás encontrar el centro de flores que pone el Señor a tu puerta. Flores en forma de gesto, una sonrisa, acogida…
Es mucho lo que el Señor te regala cada día. Te animo a levantar la mirada y descubrirlo.
“Dad gracias en toda ocasión: esta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros». (1 Tes 5, 18)
Hoy el reto del amor es que descubras las flores que pone el Señor en tu camino. Da gracias al acabar el día repasando todo lo que has vivido. Descubrirás que siempre hay flores, es cuestión de cambiar la mirada.
VIVE DE CRISTO