Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¡¡ARRIBA LAS PERSIANAS!!
En el Noviciado hay un pasillo enorme, con grandes ventanales. Como da mucho el sol, durante el verano es importante mantener las persianas bajas, ¡o aquello se convierte en un horno! Pero, como ya hace fresco, ¡ha llegado la hora de subirlas!
Ayer me puse a la tarea. Una persiana, otra, otra… ¡¡no puedes imaginar la preciosa claridad que inundó el pasillo!! Fue un espectáculo tan embriagador que no pude evitar ir a buscar una silla y una mesa. Ante tanta belleza, ¡he convertido el pasillo en una “terraza” donde sentarse a disfrutar!
Cuando un lugar es agradable, apetece parar, pasar lentamente, disfrutarlo. ¡Y así de hermoso y acogedor puede ser nuestro corazón para los demás! Sin embargo, para eso es necesario dedicar unos minutos a “subir las persianas” y dejar que el Sol del amor de Cristo lo inunde por completo.
Esa va a ser nuestra tarea los próximos días: ¡¡estamos de Ejercicios Espirituales!!
Son días para disfrutar con el Señor, de darle permiso para entrar a renovar nuestro corazón. Si las prisas y el ajetreo lo han convertido en “pasillo” (por donde uno cruza apresuradamente), Él puede transformarlo en “terraza”, en un lugar sereno, íntimo, donde descansar y sentirnos acogidos por Su amor.
El salmo dice: “preparas una mesa ante mí” (Sal 22). Cuando preparas una mesa… ¡es porque quieres pasar tiempo con esa persona! Y esa es la invitación que Cristo nos hace: Él ha preparado una mesa, unas sillas… y quiere sentarse a disfrutar contigo.
De la mano del Resucitado, ¡¡en nuestra terraza brillará el sol más radiante, aunque fuera ruja la tormenta!!
Hoy el reto del amor es dejar que Cristo suba tus persianas. Regálale unos minutos de tu día: pídele que abra tus ojos para descubrir los signos de Su amor… ¡y tu corazón se llenará de Su luz! Y, querido retero, reza también por nosotras, para que estos Ejercicios sean días de gracia, ¡que abramos todas nuestras persianas para dejarnos inundar por la luz del amor del Señor!
VIVE DE CRISTO