06 de Septiembre

Conmemoración también de san Onesíforo, que sirvió muchas veces a san Pablo en Efeso y, sin sentir vergüenza por sus cadenas, llegado a Roma, se interesó solícitamente por su suerte (s. I).

Estos dos mártires, murieron en el año 80. El primero fue un fiel discípulo y colaborador de san Pablo.

Lo nombra en su carta a Timoteo: «Quiera el Señor darte la gracia al bueno de Onesíforo porque a menudo me animaba ; nunca se avergonzó de verme encadenado, pero cuando llegó a Roma, me buscó por todos sitios con gran valentía y, gracias a mí, quiso el Señor concederle la gracia de encontrar misericordia».

Y en otro versículo dice de él así: «Saluda a Prisca y Aquila y al inestimable Onesíforo».

La tradición añade que Onesíforo siguió los pasos de san Pablo a España y volvió al Este, en donde fue martirizado durante el reinado de Domiciano en Helesponto, atado a caballos salvajes.

Porfirio, un fiel amigo del primero, compartió su trabajo y el mismo martirio.

El Señor estuvo cerca de ellos para darles el valor de anunciar su Evangelio y ser colaboradores de un gran apóstol del Evangelio.

¡Felicidades a quienes lleven estos nombres!

https://es.catholic.net/op/articulos/35114/onesiforo-y-porfirio-santos.html#modal

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Contenido Protegido