Por Ramón Pretelin Escalera
. No tendrás otra pareja aparte de tu cónyuge.
. No le hablarás mal de tu cónyuge a tu familia.
. Recordarás el trabajo de tu esposa, cuándo eras pobre.
Así que cuando seas rico, hónrala. Además, recordarás cómo tu esposo está haciendo todo lo posible para cumplir con su responsabilidad con la familia, así que siempre anímalo y valora su esfuerzo.
. No compararás a tu cónyuge con nadie.
. No negarás tu intimidad de calidad propia, incluso en tiempo de malentendidos, no te niegues a ti mismo.
. Respetarás al otro, y dejarás que la humildad reine en tu casa.
. No insultes a tu cónyuge en público para que la gente no conozca su debilidad, pero tampoco humilles en privado.
Se corregirán el uno al otro con amor en lo secreto.
No intimidarás a tu pareja ni por violencia doméstica ni por palabras groseras.
. Perdonarás a tu cónyuge 70 veces 7 cada día.
. Harás feliz a tu cónyuge en todo momento. Esto será recíproco.
. Recuerda los matrimonios tienen problemas y diferencias y en eso está la forma de amarse en construir cada cosa en arreglar cada cosa sin decirlo.
Siempre recuerda que no hay una unión perfecta en ningún lugar del mundo.
Y si das tu relación por perdida por problemas en tu jugar, recuerda que para Dios no hay nada imposible.
Si llegará el enemigo a atacar por el enojo, no se duerman enojados, arreglen sus diferencias.
Oremos por las personas que enfrentan desafíos en su matrimonio, que Dios intervenga rápidamente y la felicidad regrese pronto en su relación.
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
Efesios 5:28
El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.
1 Corintios 7:3-4. Dios bendiga tu matrimonio. AMÉN.