En una entrevista concedida a la Provincia de China de la Compañía de Jesús, el Santo Padre expresa su interés de concretar este viaje apostólico, transmite un mensaje al pueblo chino y responde a algunas preguntas sobre la vida cotidiana de su misión como Sucesor de Pedro.
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
“Tengo ganas, sí”: con estas palabras, el Papa Francisco confirma su disposición de realizar un viaje apostólico a China, en una entrevista concedida al padre Pedro Chia, director de la Oficina de Prensa de la Provincia de China de la Compañía de Jesús. El diálogo de casi diecisiete minutos fue publicado en las redes sociales de la congregación y grabado en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano el 24 de mayo, memoria de Nuestra Señora Auxiliadora, patrona del santuario de Sheshan. El Pontífice manifiesta su deseo de visitar dicho santuario, en Shangái, y comenta que tiene una imagen de esta advocación mariana en su residencia, en Casa Santa Marta.
En el país, le gustaría encontrarse con los obispos y con el Pueblo de Dios, que es tan fiel, “que ha pasado tantas cosas y mantuvo la fidelidad”, enfatiza en el coloquio. Consultado sobre un mensaje para los católicos de dicha nación, Francisco admite que le parece “hasta tautológico” brindar un mensaje de esperanza a un pueblo “que es maestro en esperar. Los chinos son maestros en la paciencia, en esperar. Ustedes tienen ‘el virus de la esperanza’, y es una cosa muy bella”, elogia el Obispo de Roma. Francisco los invita a llevar adelante, con paciencia, la herencia del “gran pueblo que tienen” y les envía su Bendición Apostólica.
La gestión del tiempo, el modo para afrontar las críticas y las resistencias y la riqueza del carisma jesuita son algunos de los asuntos tratados en la amplia conversación. El Papa subraya la necesidad de saber delegar: “Si uno quiere hacer todo, la cosa no funciona”, sentencia. También reconoce la importancia de la colaboración, la escucha y las consultas antes de tomar decisiones. “No tengo secretos, hago lo que tengo que hacer ayudado de todos”, sostiene.
“Las críticas siempre ayudan: aunque no sean constructivas, ayudan siempre porque lo hacen a uno reflexionar sobre el modo de actuar”, comenta el Santo Padre.
A una consulta sobre la posibilidad de elegir una experiencia consoladora durante su ministerio petrino, Francisco expresa que “son muchas” y “el Señor se hace presente con la consolación”, incluso a través de las situaciones difíciles que Él ayuda a resolver. “Es una maravilla lo que hace el Señor”, asevera.
Respecto de los retos de su Pontificado, el Papa se refiere a las guerras en Ucrania, Myanmar y Palestina. “Yo siempre trato de resolverlos con el diálogo, y cuando no resulta, con la paciencia y siempre con el sentido del humor”, dice, y recuerda, como ya ha hecho en otras oportunidades, que reza la oración de Santo Tomás Moro pidiendo el sentido del humor.