El arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, invitó a que todos unidos den gracias a Dios por la existencia de estos seres maravillosos que son los mayores y que tanto nos enseñan
Vatican News
Tal como informa ADN CELAM, el domingo 26 de julio, fecha en que se conmemoró IV Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores, con tema: “En la vejez no me abandones” (cf. Sal 71,9), monseñor José Domingo Ulloa Mendieta Osa, arzobispo de Panamá, invitó a que todos unidos den gracias a Dios por la existencia de estos seres maravillosos que tanto nos enseñan.
La Jornada fue instituida por el Papa Francisco a la hora del Ángelus del 31 de enero del 2021, y se celebra el cuarto domingo de julio, en las cercanías de la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, los abuelos de Jesús, que es el 26 de julio.
El prelado, durante una eucaristía afirmó que, en efecto hoy día la soledad es la amarga compañera de la vida de los mayores, asegurando que esto se da por varias razones entre ellas, la migración de los hijos o las crisis de las familias, pero la principal es debido a “la mentalidad individualista que hace percibir a los mayores como una carga.
debido a numerosas situaciones contingentes, como la emigración de los hijos o la crisis de las familias, pero también debido a la mentalidad individualista que hace percibir a los mayores como una carga”.
“Debemos honrar a nuestros abuelos y mayores”
Además, recordó la invitación hecha por el Pontífice, para que cada uno se esfuerce por vivir “un día sin soledad”, visitando a los mayores ese día, haciéndolos participar, escuchando sus historias y testimonios de fe.
A continuación, invitó a dar gracias a Dios por los abuelos, agregando que, “gracias a ellos somos hijos de una historia que hay que custodiar”.
“No somos individuos aislados, no somos islas, porque nadie viene al mundo desconectado de los demás”
Suplicó también la intercesión de San Joaquín y Santa Ana, para que sean ellos quienes ayuden a custodiar la historia de estas personas que con su experiencia y lo vivido pueden enseñar tanto.
“Que nos recuerden la importancia espiritual de honrar a nuestros abuelos y mayores, de sacar provecho de su presencia para construir un futuro mejor”
Pidió asimismo un futuro en el que no se descarte a los mayores porque funcionalmente ‘no son necesarios’; “un futuro que no juzgue el valor de las personas solo por lo que producen; un futuro que no sea indiferente hacia quienes, ya adelante con la edad, necesitan más tiempo, escucha y atención”.
Kit pastoral
Para esta ocasión el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, ofreció un kit pastoral para que todas las parroquias y comunidades eclesiales del país, se unan a dicha jornada. Este material contiene una serie de indicaciones específicas para promover el cuidado y acompañamiento del adulto mayor en el contexto de la jornada; además la guía litúrgica para la celebración de la Eucaristía.
En el kit pastoral se presenta una catequesis sobre la vejez, en la que, a través de 18 puntos, se abordan temas como la gracia del tiempo y la alianza de las edades de la vida, la longevidad como símbolo de oportunidad, la vejez como recurso para la juventud despreocupada, la memoria y el testimonio, el amor por la vida vivida, la bendición en la espera, la vejez como tiempo proyectado hacia el cumplimiento, entre otros temas. Todo ello, con el fin de acompañar y cuidar a los adultos mayores en su ancianidad.
Mensaje del Papa Francisco para la jornada 2024
Esta exhortación está inspirada en el Salmo 71, donde hace referencia a la súplica del adulto mayor hacia Dios, en la que le ruega que no le abandone en la vejez. El Santo Padre también hace alusión al texto de Samuel, explicando que Dios nunca abandona a sus hijos, ni siquiera en la edad avanzada, cuando flaquean las fuerzas, cuando las canas aparecen o cuando el estatus social decae. El Pontífice afirma que, para Dios no existen las apariencias y, por tanto, “Dios no desdeña” en elegir a aquellos que para muchos resultan irrelevantes.
El Santo Padre exhorta a los fieles a no abandonar a los mayores en su ancianidad, dejando de lado la cultura del individualismo. Llama la atención sobre la necesidad de expresarles ternura; e invita a visitarlos y a cuidarlos. Finaliza su discurso enviando su bendición a todas las personas que están pasando por esta etapa de su vida.